Al final me quedaré solo.
Nadie me acompañará.
Ni la mano que me sostenía, ni la mano que tuve el placer de tomar.
Al final me quedaré vacío.
¡Quizás hasta mis recuerdos me abandonarán!
Veré a mi alrededor y todo será obscuro.
Mis pies no tendrán calzado.
Mi boca estará seca.
Mis ojos se habrán secado.
Mi garganta se quedará sin voz.
Estaré solo...
En medio de la nada...
Aún cubierto por lluvia negra.
José Luis Martínez Luna.
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