No me quejaré jamás
de las rendijas que bajo
las cejas Dios con trabajo
me acotejó. Son quizás
las joyas que juzgo más,
con nariz bosquejan cruz.
Juntas juegan, de arcabuz,
un flujo por sus rendijas.
¡Son dos lujosas sortijas
donde espejea la luz!
Jorge García de la Fe
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