martes, 3 de julio de 2018

LA CIEGA Y LA LUNA


Ha cambiado el negro de sus pupilas,
y ahora es azul cielo que soñó,
cuando a orillas de su mar le miró,
mientras suspira, y besó las estrellas,

enamorada de la luna dijo:
puedo soñarte en el brillo reflejo
del mar que, como aquel cálido espejo,
arroja a mis pies un suave cobijo,

la luna en su respuesta, tornó pura,
y así, aparecer blanca en el azul,
entre que en ella, para sí murmura:

te he soñado, estando aún despierta,
y aunque no pueda sentir ya mi sur,
sin verte, siento tu esperada vuelta.

Angel L. Alonso

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