JUGADORES

―Me estoy poniendo demasiado gordo, -dice Pepe mirando a sus compañeros. ―Me he tenido que poner este viejo suéter porque ya no me viene nada. Y para postre me lo he quemado con la última bocanada del puro. Pero bueno, ya está bien de cháchara ¿continuamos la partida o qué?
-Ya estamos tardando –responde Julio acoplándose las gafas sobre su larga nariz, no ve tres en un burro y además cada día está más calvo. ―Tengo que recuperar lo que perdí en la última partida; me dejasteis limpio, no me quedó dinero ni para un paquete de cigarrillos.
―Perdonadme, pero no podía aguantar más, tenía que ir al servicio urgentemente― dice Ricardo disculpándose mientras entra en el salón y, mirando hacia el suelo con aire de sabio distraído―. ¿No me habréis mirado las cartas? No me fío de vosotros…
―No te preocupes ¿para qué estoy yo aquí si no es para vigilarlos? ―interviene Carolayn retocándose con la mano su rubia melena mientras con la otra, sujeta su inseparable cigarrillo More y, al mirar sus manos, piensa que tiene que retocar la laca de sus hermosas uñas pintadas de azul.

Carmen Adelantado