¿Cómo no amarte, si tú eres mi dama?,
tu ternura es luciente gracia anhelante,
mi pensamiento evocado en tu lindura,
¡la inspiración - enciende sensualidad!
Nueve de diez segundos- pienso en ti,
estás las: veinticuatro horas en mi ser,
antes de dormir, hago oración al divino,
al despertar plasmo: ¡Dios te bendiga!
¡Eres maravillosa - rima en mi poesía!,
corola colorido de la Rosa– iluminada,
perla luminosa de mi corazón- férvido.
Luz prodigiosa que acrisola el camino,
dulzura- primorosa muy deslumbrante,
bella y efusiva-¡Radiante de blancura!
JULIO CÉSAR PORTELLA -Perú-
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