Desperté; ante la sacudida del temblor,
mi alma estremeciose en mi piel,
ante tal tormento, temblaba sin piedad
tambaleabanse mis simientes
supliqué a la luna piedad en noches
de insomnio,
en días oscuros y largos letargos
cuando en aquellos brazos, me perdía
su beso como espada herida abría,
sentía... sentía el calor del cuerpo,
la mirada excitada me transportaba
en el tiempo,
viajando a un lugar sagrado... sentía, vivía,
al volver a mi mundo después del periplo,
colonizando continentes vírgenes de sensaciones
volvía, vacía, barrera invisible frenaba mi instinto
amordazando las palabras que quedaron dentro
como pensamiento,
bailando como manakin en celo, disfrutando el circunvolar
en la cama mis alas estendian terreno, en desenfreno
al separarnos, bozal ponía en mis sentimientos
lo que hombres llamaron amor y Safo inmortalizó
me llevo al cepo, cambié su nombre, le tildé
¡Maldito veneno!
Flor de lis Grotestan
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