PERDIDO

¿Si por tu orgullo, no cedes el paso
acosada por un amor, amargado
con la esperanza de una promesa
solo... porque quieres que te quieran?...
sabrás que no es necesario
pero un solo amor... no te llena.
Darás al traste con tus quejas
todo el tiempo, que tanto manejas
para dejar pasar los años...
no sabrás... que te he querido tanto...
resguardado a la sombra de mis rejas
sin esa ilusión, que me ha abandonado.
Y serás tuya... y tu propia dueña,
sin intención de ser la primera
tú serás el recuerdo que persigo
porque, de todo lo que necesito
solo me seguirá a la tierra
aquello a lo que tuve cariño.
Abandonará el calor tus venas,
los besos adornarán tu esquela
y no volverás a tener frío,
tampoco compartirás el mío
ni aquellos libros en la escuela
junto a un caramelo... y un escalofrío
entre los botones de nuestros abrigos,
nunca más, necesitaremos poemas
y nos perderemos en las brumas del olvido.

Luis Maria Saiz Laso