miércoles, 25 de enero de 2017

SÓLO TEXTO


Al leer el tiempo se marea.
                 Borracho
atraviesa senderos inexactos.

El tiempo sigue,
                 pero no se engaña.
Sabe que a veces
lo vence una palabra.

Una palabra
que es aguja de reloj y dispara,
que detiene el amanecer sobre
                 el filo del horizonte.
Una palabra que atraviesa
                 y no mata.

Nunca mata
la palabra precisa,
la palabra exacta,
la que entra sin llamar y se instala.
Lo que verdaderamente aniquila,
-lo que espanta-
es el tiempo que se pierde
sin hallarla.

María Laura Riba -Cuba-
Publicado en  el blog elescribidor

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