domingo, 3 de julio de 2016

Y TE AMÉ


Emplearé tus piernas para subir al muelle,
abriré tu puerta
y dispondré de ese estrecho
camino del puerto
y con la ayuda de ti, mujer,
engañaremos a los gavilanes.
No desahogues tu rabia
nublando vagamente mi tristeza,
tu caballo es joven y hermoso
déjalo que forje parte del puente
despedazado por labios cautivos.
Cuando la música brille cerca del límite
y la nieve color granate de mi ultimo deseo
teclee junto a una mariposa de piel blanca,
al regresar,
recogeré aún tranquilo
tus pies con cadenas de oro para que no huyas.
Desde mi casa
veía como golpeabas
mi pluma en el papel,
incluso yo te ayudaba
pero me cansaba de la sombra de tus muslos
y penetré en el mar de la noche.
Junto a una llave sangrante
con la que encerraste
el océano en una urna,
hay un cerrojo con una funda de humo,
sóplalo y su transparencia
sacudirá mi poesía,
ven y mete mi pluma en la urna.
En el doble fondo de la urna,
donde los narcisos fundan su patria
y la ausencia no cubre nada,
juntos,
un fluido nos servirá de coraza.

Manuel Vílchez García de Garss

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