viernes, 29 de julio de 2016
LA LUZ DESPIERTA MIS SENTIDOS
La luz despierta mis sentidos.
La luz convoca las fuerzas atávicas del bien,
me despierta a la cósmica ilusión
del ser primero.
Del ser primero que seré,
del que fui, del que soy.
Del que soy, ahora,
consciente del latido de la sangre,
consciente de la llamada del final,
consciente del vuelo eterno de mi ,
consciente de la cima abierta a la nada.
La nada, ese ave invisible que me sustenta,
que me inicia en el todo, y el ápice.
La nada, me siento unida a ella como célula gemela,
como pasajera de su camino interminable,
como ilusión de un sueño hecho realidad,
como una aurora boreal estallando en el sol,
como una piedra llena de fluido visceral.
Cierro los ojos a la luz que despierta mis segundos,
los cierro y la luz me inocula su calma,
me convierte en una esfera tan diminuto,
que puedo entrar en las rendijas de los verbos,
donde se esconden los arcanos vivos del universo.
La luz me rodea convertida en bailarina de versos,
arrullándome en sus brazos de madre eterna.
Si cierro los ojos, puedo escuchar la luz,
aderezando el silencio, reposando en su lomo
como amazona errante de la galaxia,
como hermana de sangre,
como poema inmerso en la sima de la vida.
La luz me trajo y me llevará con ella,
por el mismo camino
por donde llegó la voz que me sustenta.
Manuela Bodas Puente -Veguellina de Orbigo (León)-
Publicado en Archivos del Sur
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