miércoles, 2 de marzo de 2016

EL POSO / SUBIENDO

EL POSO

Cuando ella termina de beber la manzanilla, se asoma a la taza y descubre un botón cosido en el fondo. Mete la mano, tira de él y al hacerlo, el fondo se abre.
Entra un vendaval y la engulle.

SUBIENDO

–¿Piso por favor? –pregunta el ascensorista.
–A la terraza –responde el maniquí– y deje de pisarme el collar; las escaleras están fuera de servicio.

Del libro Huracán y otros textos de VIRGINIA RODRÍGUEZ HERRERO
Publicado en Escribimos 53

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