CÁNTIGA DE ESCARNIOS Y DE PESARES

¡Oh, caminantes de las estrellas, venid…!
Venid que os diré…
Os diré que la Bella Lhoár ha vuelto
a renacer de sus cenizas,
que su fulgor ha vuelto a resplandecer
en el firmamento,
que ha vuelto a encausar su rumbo…
que todas sus hermanas estelares
la iluminan en su andar.

¡Venid y os diré!
lo que las estrellas se cuentan
entre sí ahí arriba,
murmuran entre sus destellantes parpadeos que,
aquel que ha encendido
la llama que consternó el universo, yace confinado,
allá, en la oscuridad de los confines,
consumido en su propio
tormento…

Os diré…
que las beldades celestiales esperan
con ansias el regreso de aquellos a quienes
la “fuerza”, hace mucho mucho
tiempo dispersó por el
universo.

Ellas cuentan entre suspiros, que solo en sus regazos hallaréis paz
a vuestros desasosiegos y descanso para vuestros pies.

Venid pues y oíd…,
que los cánticos de los “all’bhores”
también proclaman que
el final de vuestros derroteros está cerca.

¡Una espada de fuego se alza por el horizonte!
abriéndose paso en las afluentes
de los mares del universo.

¡Caminantes de las estrellas, ha llegado la hora del despertar!

Miguel Alpire G.