viernes, 1 de enero de 2016

ENSOÑACIÓN O EL POEMA DE LO IMPOSIBLE


Si pudiera detener el tiempo
un solo instante. Lo haría ahora.
¡Que quiero ser viento!
¡Que quiero ser hoja!.

Que quiero soñar despierta.
Soñar que abro la ventana.
Soñar que mi cuerpo es una hoja,
y que el viento lo arrastra.

Si pudiera detener el tiempo.
Un solo instante.
Lo haría en este momento.
Que no soy alma, que no soy cuerpo.

Que soy un pulso,
que transita entre éste, y el otro lado.
Y cuyo latido se pierde
en el corazón líquido del espejo.

Si pudiera detener el tiempo
un solo instante. Lo haría ahora.
¡Que quiero ser viento!
¡Que quiero ser hoja!.

Que no estoy ni viva, ni muerta.
Que toda mi sangre son mariposas.
Y que tengo un pájaro de aire,
revoloteando en mi boca.

Que quiero soñar despierta.
Soñar que con los ojos cerrados,
salto por la ventana.
Y que como un fénix despliego mis dos alas.

Si pudiera detener el tiempo.
Un solo instante.
Lo haría en este momento.
Pues tengo un sol en miniatura.
sobre la punta de los dedos.

Pero el tiempo no se detiene.
El tiempo se escapa por las grietas.
Y mi cuerpo como un rayo,
se precipita contra la calle del mañana.

Y yo me desperté de golpe,
con mi cuerpo tendido sobre el suelo.
Con mis dos ojos abiertos,
viendo al horizonte dando luz al alba.

Ya puedo puedo detener el tiempo.

¡Que ya soy hoja!
¡Que ya soy viento!.

Debora Pol.

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