domingo, 27 de diciembre de 2015
UN CRIMEN DEMASIADO HUMANO
Estoy cogiendo de aquí por allá, de tu alma y de tus misterios. Un poquito de fragancias y una caricia en tu rostro, en medio de tanto contratiempo.
Estoy besando tus pies como bebiendo gotas de lluvia del más convulso invierno. Me pinto en tus paredes, como de ocasión, para cuando tus ojos lleguen a descifrar mi último pecado en cenizas convertido.
Estoy sintiendo que vuelvo a ti como un puñal o una flecha, quizás como una sátira o un embeleso, pero no entrego mis ansias. Me preocupo por ser tu cuerpo y no por mirar de cerca tus contornos, llenos de fulgor y de un instinto seco y primitivo.
Pero estoy contigo derramando uvas y duraznos, en esta tierra que nos vuelve a desarmar con sus insospechados trinos.
Quiero ser piedra o tus mil maneras de tocarnos. Pero no agitarme el corazón por gusto. No arrojar al tiempo mis plegarias, mientras tú descoses y abotonas los demás costados de tu mundo.
German Janio Rodriguez Aquino
No hay comentarios:
Publicar un comentario