Mi habitación vacía,
llena de soledades,
difíciles de mesurar.
Tumbada veo el techo
con oscura claridad...
La lámpara apagada,
recorta los contornos,
de toda la penumbra
que forman los objetos.
Ventana que golpea.
!Tormenta de verano!
que arrastra decepciones,
llevándose en su curso
de regueros imposibles,
los días ya pasados,
que no han de regresar.
!Ni quiero que así sea!.
Caminar bajo la lluvia,
abrir senderos nuevos,
con otras ilusiones...
que aguardan turno ya.
MARÍA LUISA HERAS VÁZQUEZ -Barcelona-
No hay comentarios:
Publicar un comentario