lunes, 3 de agosto de 2015
MATANDO PROMESAS
Ya falleció, ha estado en coma mucho tiempo. Fue a parar al cementerio de promesas olvidadas. Es que amor ¿Cómo me pides que no sea de esa manera? Prometiste no marcharte nunca, y yo hice lo propio, aparte de que te juré recordar tu santo como si fuese el mío propio, pero no, ¡Se acabó, la maté!
Las promesas tienen historias cortas, sino me crees mírame aquí haciendo el obituario de la mía propia, esa de recordar tu cumpleaños, que es cada penúltimo día de julio. Hoy la rompo, te lo digo, acabé con ella, la asesiné. No recordé que era tu cumpleaños, fui avisado por las redes, no recordé. ¡Que dicha! Porque esa promesa que me hiciste no duro un carajo y la mía amor, esa duro hasta hoy. Por eso estoy aquí, enviándote este cuento, para decirte que maté mi promesa, acabe con ella cuando me di cuenta que te marchaste, y nunca volviste.
ENZO DANIEL
No hay comentarios:
Publicar un comentario