viernes, 24 de abril de 2015

UN RECUERDO


"Yo sé que existo
porque tú me imaginas....."
(Ángel González)

La tarde que compré "Putas asesinas" de Bolaño
en la vieja librería de "usados",
olor a papel embalsamado en polvo
y sonido silente del destiempo,
aquella tarde, recuerdo, todavía éramos adolescentes
a punto de cumplir cincuenta años.
Nos enviábamos ritmos que veteaban
nuestras mejillas con pliegues
que nos gustaba descubrir en el otro,
el otro tan distante, tan recuperado ahora;
nos leíamos en voz alta, casi desesperados,
y apurábamos toda la confianza añosa
haciendo las almenas más crecidas
en el más fortificado castillo en el aire.
Madrid era ancho, aún tardío y sobrecargado,
era una calle querida donde fumar sentados
al diapasón de las jarras de cerveza
y decir y decir y volver a decir las noches
venideras que nos faltaban por contar.
Irrecuperables instantes antes,
casi treinta años no más,
nuestra veterana pereza era sólo calcetín;
éramos novatos de nuevo, carcamales reciclados
tensando el pergamino de una sola frase.

La tarde que compré "Putas asesinas" de Bolaño
es una esencia embotellada en aceite oloroso
que guardé en la alacena desbordada de mi memoria.
Al poco crió moho, una raspa enjuta, vacilante,
ahogada en el aceite de bergamota
que hoy reposa en posos negruzcos
en el culo de una botella de opaco cristal.

MANUEL JESÚS GONZÁLEZ CARRASCO -Madrid-

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