viernes, 24 de abril de 2015
EN BUSCA DEL PLACER PERDIDO
No apunta a interés alguno el placer estético, ya que no denuncia
presencia del objeto. Es observación y raciocinio.
A posteriori y no a priori, el efecto se reflexiona en la imagen que,
permanece o evapora.
Te esfumaste, Margarita, dejando al Barrio, sin imagen de belleza.
Hoy te rodeas de un Combo, que dan miedo. “Caincitos” del momento,
entran a los Clubes, pisando como bueyes, y han de abrirles paso,
hasta los dueños del lugar.
Margarita; muchacha de Barrio pobre. Hoy te apodas: Margoth.
Vas a tener sentido del humor—te dijeron, para convencerte. Mas intuyo;
que no has de hallar entusiasmo, en ésa vida.
¿Vos crees en el infierno, Omílcar?—alguna vez me preguntaste.
Sí, Margarita—respondí.
¿Y en el cielo?
Yo sólo creo en el infierno—dije. Y cerré los ojos, añadiendo: Es lo que
vivimos, ¡el infierno!
Se está parado sobre el muro, coronado de vidrios en punta.
Del libro PEDACITOS DE ELLA EN MÍ de OMÍLCAR CRUZ RESTREPO -Colombia-
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