DOS ORILLAS

Se muere la noche y amanece
sobre tus fríos labios violeta.
A lomos de la mar cabalga ella
esquivando la furia de las olas
de la mar, los ocasos, las auroras,
alimentándose furtiva de la luz
de la nocturnidad sin estrellas.
Busca incansable, intempestiva,
la milenaria sombra que cabalgue
lo que tarde en cruzar tus orillas
cada hora, cada día junto a ella
dejando atrás fantasmas viejos
y olvidar su otra increíble vida,
la miseria y las alambradas.
Esta noche no hay murmullos
solo se oye el gemir susurrado,
embarcados en un Titanic
que milagrosamente flota,
los bramidos ensordecedores
pues ha cambiado la marea.
Soñadores locos errantes
que juegan sus vidas al azar.
Da miedo la noche bruna
sin saber que les esperan
pelotas de goma y fuego real
para impedirles la ribera,
para mostrarles la realidad
de esta dura primavera,
no creáis que en esta orilla
podréis encontrar la fortuna.
Los más crédulos erráis
pues aquí no hay riquezas
ni para los que quedamos,
solo queda dolor y sangre
para aquellos que llegáis,
aquellos que aquí nacieron
tienen que marcharse lejos
lo mismo que hacéis vosotros.
Globalizaron la producción
esquilmaron las riquezas
en esta tierra maltratada
cansada ya de sus promesas.
Dejaron lágrimas, tristezas.
un país en plena bancarrota
un pueblo que apenas lucha
que vota a quienes robaron,
que ha asumido la derrota,
adonde solo resisten, quienes
nos han robado, empobrecido
y aún soportamos forzados
la mancha de la Realeza.

PACO LAINEZ GARCÍA