Ella ama como pocas,
ella sufre como todas,
es una flor pero no es una rosa,
un tulipán o una gardenia.
Es una princesa
y gusta del más fino licor
que puedan conseguir en puerto los marinos,
pero no la ves por las tabernas
ni por las calles dando tumbos.
Yo sé que está rota
y no pretendo repararla;
mucho menos hacer el intento,
prefiero amarle cada trozo malquerido de su alma
y en su cuerpo tatuarle las heridas de mis besos.
Como el mapa de un tesoro
que no alcanza para vivir la vida entera,
pero si para disfrutarla.
Federico Garza Liturca -México-
Seleccionado por Leandro Murciego
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