miércoles, 3 de septiembre de 2014
EL HOMBRE MÁS CULTO DE AMÉRICA
Dicen que al llegar Colón a América y comenzar sus correrías, con la extraviada comparsa que había podido reunir en el viejo Mundo para que lo acompañe en su aventura, sus hombres dieron enseguida con un natural que se destacaba muy por encima de todos los otros. Se trataba de un aborigen de buena talla y complexión, curioso, hablador y expresivo. Al poco tiempo ya pronunciaba y entendía bien el castellano, además de varias de las lenguas autóctonas. Había aprendido el catecismo con entera facilidad y estaba grandemente dotado y dispuesto para la conversación o la prédica de asuntos diversos. Asimismo, era excelente cazador y gran músico. Fue entonces presentado ante Colón, bajo el mote del “el hombre más culto de América”. El Grande Almirante lo recibió, lo vio, lo escuchó, lo felicitó por tanto empeño, le regaló unas cuantas cuentas de vidrio y un jubón usado. Y lo despidió con gran ceremonia. Pero luego llamó a uno de sus lugartenientes y le dijo por lo bajo: “Hacedme el favor de quitar de en medio de inmediato a este bribón, no vaya que se crea más que nosotros y nos salga con un viernes 13 en el momento menos pensado”. Y así fue como el hombre más culto de América aquella misma recibió el garrote vil. Moraleja: demasiada cultura puede poner en riesgo tu cabeza.
Luis Alberto Taborda -Argentina-
Publicado en el blog convozpropiaenlared
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