martes, 1 de abril de 2014
TODO ES POSIBLE
Confieso que desde que soy padre juego mucho más… pero leo mucho menos. O dicho de otro modo: he aprendido a seleccionar con mayor rigor los ejemplares que se acumulan en mi mesilla. Dentro de esa selección se han incluido temas que hasta ese momento tampoco consideraba como son, precisamente, los que abordan el mejor ejercicio de dicha paternidad.
En este objetivo, acabo de leer el libro Todo es posible (Temas de Hoy), de la leridana Rosa Jové, cuyo subtitulo nos invita a aprender “a acompañar el maravilloso desarrollo de la inteligencia de tu hijo sin presiones ni falsos mitos”. La obra se estructura en cuatro partes (Descubriendo el cerebro, Neuropsicología para padres, Neuropedagogía y Los enemigos del cerebro) en las que se trata el desarrollo del niño hasta los doce años de edad, el sistema educativo, el papel del maestro en todo este proceso y los efectos que el estrés le podría ocasionar.
En mi opinión, se nota que Jové está especializada en Psicología clínica infantil y juvenil y en Psicopediatría, pues el libro resulta riguroso, muy bien documentado, con ejemplos y símiles tan prácticos como oportunos, lleno de sentido común, y preguntas habituales que a cada respecto podríamos plantear. Y se nota también que Jové es escritora, pues su lenguaje resulta sencillo, cercano, fácil de comprender, e incluso simpático en los casos en que el tema lo permite.
Todo es posible es una obra revolucionaria que cuestiona esa avalancha de textos que fomentan la estimulación temprana excesiva, o el trabajar actitudes en los pequeños para las que aún no están debidamente preparados... Se trata además de una obra crítica con ese sistema educativo que genera chiquillos inseguros, a los que en aras de una formación superior se les exige con frecuencia más de lo que se debe, y que acaban desarrollando un estrés que podría afectarles de manera negativa… Y es, sin duda, un excelente libro de cabecera para padres llenos de dudas, certezas, preocupaciones, alegrías, miedos, fortalezas… En definitiva, ¡para padres como yo!
MANUEL CORTÉS BLANCO
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