martes, 4 de febrero de 2014
GRITO DE RABIA
Señor político:
piense,
recapacite,
intuya
sopese.
No tenga prisa.
Escuche y ame la verdad.
No sea que sus promesas
sean menú de mentirosos.
Señor político:
Soy estudiante
necesito dinero para leer y comer;
nunca seré brillante ni bueno
con las propinas que consigo.
Señor político:
Necesito estudiar
en una óptima aula.
Verá que no se puede aprender
sin calor ni pan en el vientre.
Señor político:
Tengo frío en la escuela
donde aprendo a leer;
llueve adentro y está sombrío.
Las sombras no son buenas
para ubicar la verdad.
Señor político:
Tengo voluntad y talento
para ser alguien.
Disperse con equidad el dinero
entre el Señor y los pobres.
Todos tienen sangre y alma
en paridad con la piel.
Señor político:
Estoy enfermo
y no tengo un buen hospital.
Mi cuerpo y alma desfallecen
no haga con los hombres tanto mal.
Señor político:
Soy honrado y tengo fe.
Duermo en la calle como un perro.
Si piensa que ello es mentira,
cambié su cama a la mía
y verá entonces que la fe
se divorcia de la esperanza.
Señor político:
¿Por qué tanto dolor?
Jamás cumple lo prometido
y al final sólo pregona
sueños y estrellas de hojalata
Nuestro dinero ¿dónde lo guarda?
Señor político soy persona
imagen de Dios en la tierra
y no vil animal.
El corazón presiente
que mi voto será traicionado.
Del libro CANTARES DE ADELAIDE de Adelaide Antonia Ramos Vilela -Portugal-
Publicado en la revista Palabras Diversas
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