Gringos,
ustedes no inventaron nada…
Apenas la miseria de millones
para beneficio de un puñado.
Pero en cada barrio de extramuros vaga un taxi,
trátese del Bronx o el Acceso Sudeste
en Sarandí.
Y en cada ventana de la noche global
una madre se muerde las uñas esperando
a la hija púber que vuelve de bailar.
El faro largo ilumina la intemperie del planeta,
el atado de faso vendido a través de la reja:
Estamos presos afuera del confort.
El bienestar de pocos prefiere el wall mart,
el country, o la mansión presidencial.
Lo sabe el ojo en vela que aferra
con una mano el volante y con la otra
la llave en cruz que partirá la frente
de otro nadie culpable o inocente
que no cotizó para ser social
y se embosca
a la vuelta de una esquina cualquiera o
a la sombra de algún zaguán,
listo para caer sobre su presa,
que tampoco fue invitada a la fiesta,
que también merece algo más que respirar.
(*) Personaje interpretado por Robert De Niro en el filme “Taxi Driver” de Martin Scorsese
Del libro Alpargatas de JORGE FALCONE
Publicado en la Editorial Alebrijes
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