En una noche clara
con la luna llena
brillando redonda
en el firmamento.
Detrás de los árboles
que esconden el bosque
iluminando el escenario.
Las diminutas hadas
alumbradas por el destello lunar
aleteando
entre honguitos y flores
comienzan su rito primaveral.
Danzando su baile
dichosas, alegres
al son de los instrumentos
panderetas y laúdes
y de sus bellas voces.
Moviendo sus alitas
al compás de la música
repartiendo gotitas multicolores de rocío
entre la naturaleza que allí mora.
Y así danzarinas de cantos nocturnos
seducen al bosque todas sus noches
moviendo sus pies y su cuerpito
despertando de su sueño aletargado
a la primavera que ya ha llegado.
Diana Chedel -Argentina-
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