Hay hombres que cazan lagartijas con una
mano podrida.
Hay hombres que beben miel en el mar para
calmar la sed.
Hay quienes se ocultan en la transparencia
para defecar.
Hay hombres que duermen en el fango para
ver crecer los helechos.
Hay quienes no salen de su casa para poder
viajar.
Hay hombres que no aman por temor a
naufragar en alma ajena.
Hay hombres sin patria que padecen la
despierta pesadilla de la suya.
Y hay quienes cantan en silencio desde el
escondite de su tedio.
José Luis Díaz-Granados -Colombia-
Publicado en la revista LetrasTRL 56
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