¿De cuántas vidas vienes, alma mía?
¿De cuántas vidas, dime, de qué mundos?
Anhelo siempre ser lo que tú quieres.
¡Espero tu señal cada segundo!
¿Por dónde he caminado en otras horas
tras estos soliloquios delirantes?
¿Adónde fue el Pastor de mis cercados?
¿Dónde estará su amor, claro y distante?
Paciente, bebo el agua de la espera,
y asciendo cada paso con angustia,
recorro con mi barca el río celeste
tratando de regar mis flores mustias.
Te busco, te convoco a ti, Alma mía,
te llamo a cada instante, pero temo
tu Luz, que quizá ciegue si la invoco
y pueda conducirme a los extremos.
Con tu clarín de amor me llamas siempre,
me atrapa tu sonido en los recodos,
integro tu clamor entre mi carne
y entiendo tu dolor bajo mi lodo.
¡Oh, que no diera yo por alcanzarte!
¡Con qué pasión azul te adoraría!
¡Mañanas de mi vida, las totales
mañanas que me forman te daría!
Del libro Territorios del Alma de Irene MercedesAguirre -Argentina-
Publicado en la revista Estrellas Poéticas 53
No hay comentarios:
Publicar un comentario