A qué se deberá mi gusto por las velas
serán sus pabilos mi cera
la parafina de la llama que viborea
por no apagarse
y de hacerlo
su solidez será el río de mis venas
venas que velan demasiado lejos
de la salvación o el despojo
será su luz
la palma en constante estribación
o círculos espesos
lechosos como las tetas del mundo
cayéndose y nada más.
Conrado Yasenza
Publicado en la revista Molina Rojo y Fernet
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