para gozar de la blanca
nieve que engendrará ríos,
se alza un elegante castillo
donde Bella tal vez
vivió con la Bestia,
donde Cenicienta quizá
perdió su zapato mágico.
Un castillo de ensueño,
donde vivir un amor apasionado
alejados del ruido molesto,
del bullicio callejero,
de la gran ciudad,
rodeados de impresionantes
y coloristas pinturas.
Un castillo donde bailar
un interminable vals
con la persona adorada
sin que nadie interrumpa
el vuelo de nuestros cuerpos
para después mirando,
desde una ventana las montañas
alpinas y el agua que cae rítmicamente,
susurrarle unas dulces palabras de amor.
Del libro inédito Viajando por internet de JOSÉ LUIS RUBIO
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