sábado, 2 de marzo de 2013
CARTA DE GROUCHO MARX
Es sumamente grato
saber que una persona como usted
se ríe con nuestras películas,
ese alivio momentáneo para el espectador
que me hace sentir
un enfermero de celuloide.
Doy una pitada larga y respiro
la breve vanidad que me permiten
sus elogios;
y aunque no lo parezca
estamos juntos en esto,
porque mientras usted sostiene
que la existencia es un film
que siempre termina mal,
yo lucho grotescamente contra la nada
tratando de superar
algunas dudas malditas
que no me dan respiro.
Es que a fuerza de vivir sin resignar
la pizca de placer que significa
permanecer dentro de este esqueleto personal,
hay días en que no puedo superar el horror
de pensar que sólo soy una hormiga
frágil y ridícula
que entretiene a la multitud.
(Lástima que un film no dura una vida,
sólo unos pocos y rápidos gags.)
Agradecidamente suyo,
Groucho Marx.
Del libro Abrazo Austral de Juan Carlos Moisés -Argentino–
Publicado en la revista Estación Quilmes

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