Esta mujer preludia como un piano
de la más inspirada melodía
cuando recibe la ternura mía
y la toca el dios Eros con mi mano.
Ni la selva, ni el viento, ni el océano
son tan ricos en puntos de armonía,
como este piano que en mi fantasía
se vuelve un piano del amor profano.
Música de los sexos, concordante
que vibra con un ritmo delirante
y nos excita cuando más arroba…
Rumba de los sentidos, una orquesta
que convierte la alcoba en una fiesta
¡y es un delirio musical la alcoba!
Francisco Henríquez. EU-Cuba
Publicado por la revista Oriflama 17
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