miércoles, 25 de julio de 2012

NI UN SOLO MINUTO DE DESCANSO


Ni un solo minuto de descanso.

Piensas que es un deporte extraño.
Siempre en la mente.
Es colgar de la nieve más alta.
Es volar entre meandros de agua
a la velocidad de los sueños.

Es imaginar que no sabes por qué.

Ni un minuto de descanso.

Y la piel se agrieta y notas
cómo salen de tu cuerpo millones de brazos diminutos
que ni rozan tu sombra siquiera.
Te abrazas y lloras sangre y soledad.
Recoges tu sufrir y la sensación de que el tiempo
es sólido y se adormece y pesa.

Ni un minuto.


GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-

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