-¡¡¡Amor mío!!!-
me dijo
con los ojos
como cristales rotos
mientras a mí
se me retorcían
alacranes
en los calzoncillos.
-¡¡¡Amor mío!!!-
me dijo.
Y yo le callé
que mi amor único
de toda la vida
sigue siendo aquel
que nunca he conocido.
Del libro Poemillas de urgencias de FRANCISCO TOMÁS BARRIENTO -Campofrío-
No hay comentarios:
Publicar un comentario