Es sencillo, solo le inyectaremos bromuro de plata en dosis pequeñas durante un mes. Al final del proceso, podrá usted salir de día, no tendrá sueños de sangre ni deseos de cazar, los caninos bajarán de tamaño y el pelo se le irá cayendo poco a poco y las orejas perderán su punta, además de otros cambios que descubriremos en el camino. Siéntase halagado mi estimado, será el primero de nuestra especie que adoptará otra naturaleza, una que supuestamente antecedió a la Licantrodad.
Sarko Medina Hinojosa (Perú)
Publicado en la revistas digital Minatura 117
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