HUELVA
Se pintaba naranja el ocaso
sobre mar bravo en promesas,
regia bandera enarbolada
por las Marismas de Huelva.
Hasta la Blanca Paloma
llega cribando los cielos
un viento austero y salobre
con el aroma del tiempo.
Es ahí, en el Rocío,
donde se mezclan sus pueblos
unidos en rezo y cante;
añoranza de un regreso.
CORDOBA
Se pintaba naranja el ocaso
navegante y aventurero,
llevándose a la Sultana
cautiva en pos de unos sueños.
Creció su fama y su llanto
desde la Sierra en Levante
aquél caudal de luna y cruz;
mandó, tripulando un barco
de verdi-blanco velamen,
elegancia de un Patricio,
tenacidad del Califa
y el valor de D. Gonzalo.
SEVILLA
Se pintaba naranja el ocaso
sobre el espejo del Río,
anclaje de Feria y seguidilla,
al cruzar el puente de Triana
el paso del Cachorro herido.
Se impregnó de fe y silencio
con cada marea embrujada
en tierra, huele a jazmín y cirios.
La Giralda dicta e imprime
con letras de oro su libro,
épocas de grandeza oceánica
y.. nombres, nombres de sus hijos.
CÁDIZ
Se pintaba naranja el ocaso
con aires del tercer cuadrante;
nuevas leyes en las Cortes,
Constitución sin vasallos.
Baco, ofreciendo sus vinos
atrajo a piratas y reyes,
templaron, acero y marinos
la raza, nobleza y caballos.
Las torres sobre la Bahía
confunden a las gaviotas,
viajeras y poliglotas parten
a Tarifa, al Peñón o a Sta. María.
MALAGA
Se pintaba naranja el ocaso
cuando el Sol desde El Tajo de Ronda
se sorprende al ver como a la Alcazaba
un bandolero seduce y enamora.
Receloso, mira el mar redondo
escapando del fuerte oleaje,
ciñendo recio corpiño en costumbres
por lazos tensados de costa a costa.
La negra arena, le invita a sentarse,
apagar los faros, dejar Gibralfaro,
que la Cala del Moral, por igual seduce,
a franceses, moros que a cristianos
JAEN
Se pintaba naranja el ocaso
por el barranco de Despeñaperros,
camino van los invasores
hacía la Bética por su paso.
La “adelantada” paga en oro de olivo
custodiada por El Paño Sagrado
de La Santa Faz de Jesucristo.
Por su Puerta de Granada salen derrotados,
“Miramolin”, los de Bailen y las Navas.
Cuando Flavio nació, tenía escrito;
“las almazaras estarán para siempre
unidas a las “Parcas”de tu destino.
GRANADA
Se pintaba naranja el ocaso
casi rojo ante “ la roja “ Alambra
rubor que se enciende en las mejillas
de las hijas del Sacromonte
observadas en su danza milenaria.
Desde el sur, el Mulhacén se refleja
sobre el agua del Patio de Arrayanes
donde un Rey Moro, lloró como un niño
al dejar para siempre su Granada.
Unos sarcófagos de plomo nos separan
de aquél tiempo y grandeza de España
donde el “tanto monta, monta tanto”
siguen siendo los confines de la Patria.
ALMERÍA
Se pintaba naranja el ocaso
María Albaharí, puerto magno,
espejo del mar y mar de plata,
ondulante vida plastificada.
Nada destruirá tu tesón y tu grandeza,
ni terremotos, ni el buque “ Alemania”
Siempre herida y restañada,
siempre árida y codiciada.
Por Alborán, te saluda un nuevo día,
orgulloso de ser tu alborada,
de toparse con tu costa indómita
antes de recorrer toda Andalucía.
Para convertirse sobre el océano
En un ocaso de color naranja.
Escritos tras haber recorrido esa tierra
maravillosa, y ver sus ocasos de ese color.
Mayte Andrade -Benicarló /Castellón-
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