Médicos, horas en tratamientos, eso sí, sin dolor.
Pastillitas, empastes y amuletos, de sólo un color,
trataron me con amor, las 24 horas en la Quirón.
Harto me con fruición de tanta y tanta devoción
que sin éxito trataban mi nula defección.
Así que, a Can Pedro en urgencia me arrumbé
ansiado mas con gracia y salero, su café solo rogué;
solo os mentaré que al fin por final, con placer, purgué.
Del libro Poemario de un ideario de MAXI CAMPILLO PONS
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