MASOQUISMO
Parado en el alcor del destino
te vi llegar en la distancia rota.
La luz se desprendía gota a gota,
la música sangraba al vespertino.
El eje del deseo pretendía
que toda indagación fuera pospuesta,
y que tu sexo hundiera su respuesta
en la mesura de la parte mía.
La infame decisión de los cristales
fue superada en el despejo mudo
y desataron glaucos, los efectos.
Pido la otra mitad de tus defectos
y no la castidad de lo que vales.
Quiero la brasa de tu instante rudo.
Del libro ¿Heredarás el reino...? de RUBÉN FAÍLDE BRAÑA-Cuba-
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