ODA A LA TAZA
Del mas puro vientre
o piel de la tierra,
de calcinantes soles
río o perpetuas oscuridades
naces blanca
puro brillo, limpio
olor a luna.
Celestial despertar
de mis mañanas,
soledades
con tu fondo turbio
mojando mis labios
con el espeso néctar almíbar
del último té.
Sópo te pido: taza,
que no me engañes
partida en dos un día
para que no te separes
de tus rosas
que manos en arte
pintaron
para mi comunión de beberte
día a día.
Sólo te pido: taza
que me sigas dando el elixir
de la vida
con ojos que estallan
al sumergir en tu fondo
la dulce y sagrada
galletita
del trigo que un día
nació con Sol
con Agua y con vos.
Del libro Poemas, en sí mayor de RICARDO D. MASTRIZZO-Argentina-
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