QUIZÁS SEA LA NOSTALGIA
Ventanales abiertos en mi interior
desde dónde se divisa la distancia,
inmensidad sin fronteras,
pechos repletos de agua
que amamantan sentimientos,
bajo los designios de aquel viejo
Dios de luengas barbas.
Me emborracho de sensaciones,
abriendo de par en par
tus inabarcables puertas,
siempre entreabiertas en mi memoria
para que entre a raudales,
ramilletes de luna clara,
tu vida y mi esperanza.
Nunca lejano, nunca olvidado,
balcón que jamás se cierra,
utópico reino de realidades
dónde todos los caminos se encuentran,
ahí, ahí echaré mi ancla
para sembrar mis sueños y tus alboradas.
Amado patio de colores,
Mar violeta, Mar de plata,
cuajadito de amaneceres,
colmado de mareas blancas
y urgentes finisterres rojos
de olas que mueren bravas,
hasta llegar a la orilla
de las playas de mi alma.
Una oración marinera,
desde la tierra salada.
Que solo sin ti me encuentro, quizás,
... quizás sea la nostalgia.
JOSÉ Mª RAMÍREZ RUBIO-Arcos/Conil-
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