Poema senil
¿Por qué te vistes así
y ocultas los pliegues de tu cuerpo
cuando puedo vestirte de saliva
hilvanando con mi lengua las costuras?
No me digas que soy viejo
que no sueñe con auroras
que el límite de mi deseo
está muy lejos de tocarte.
Pararé el reloj que marca mi tiempo
un segundo antes que el tuyo
hasta que nuestros cuerpos se junten
en el ocaso de nuestras vidas.
Porque no es que sueñe con auroras
ni con luminosos amaneceres
me basta con despertarte
con el roce de un beso eterno.
José D. Diez
Publicado por la revista Estrellas Poéticas
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