jueves, 10 de noviembre de 2011

MALARAS REFRANERAS

Lo que con honra se gana
y no con sudor ajeno,
hace al hombre ser más bueno
en su condición humana.
Pero la riqueza vana
suele ser, si al mal la fía,
brindis de copa baldía
con sus líquidos salobres.
En el vino de los pobres
sabe mejor la alegría

Predicación y calvario,
a la sombra tras la luz.
Es el precio de una cruz
con la sangre por sudario.
Cada día es lapidario,
la doble moral lo inunda,
virtual la vida, infecunda
ante el brindis del veneno:
Alto el precio de lo bueno
ahora que lo malo abunda.

Flojos, necios o tarados,
neófitos, incapaces,
son inmunes a las paces
al sentirse marginados.
En cuanto tiran sus dados
muestra el odio su escalpelo
y prejuiciados por celo
termina el grito en susurro.
Las maldiciones de burro
jamás llegarán al cielo.

La demagogia es la moda,
falsa prédica, promesa.
Orar sin pan en la mesa
a cualquiera le incomoda.
Por eso el refrán con toda
razón sirve de testigo
cuando se alarma el ombligo
y la voz lo hace temblar:
Una cosa es predicar
y otra cosa es dar el trigo

LORENZO SUÁREZ CRESPO

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