ROMPÍA
Rompía vasos y botellas
aquel hombre enloquecido.
Aquel hombre, el hombre aquel,
aquel hombre dolorido.
Aquel hombre a la deriva
por sus ciegos laberintos.
Aquel hombre, el hombre aquel
desesperado y vencido,
hecho de amargos silencios
y de gritos contenidos.
Aquel hombre, sí, aquel hombre
desvalido
y, a fuerza de malvivir,
tristemente desvivido.
Aquel hombre con mi nombre
y con mis dos apellidos.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
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