Bocanada
En una herida abierta
entre la penumbra de sus ojos
perdí la voz
en la hondura del sueño.
Sólo las hebras de la lengua
enhebran las marañas de la ausencia.
Despellejada de luz
me tantea desbocada en los peldaños.
El humo galopa los escombros de la mano
mientras atizada por la espera
la yerba cruje en mi boca de piedra.
Sebastián Montañez Cifuentes
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