El día que apareciste en mi vida
sentí miedo,
una revolución en mi estomago,
las mariposas allí dormidas,
echaron a volar en mi cuerpo.
No sé como decírtelo,
pero quisieras seas mi mejor amante.
Si en algún momento te animaras
a mirar en mi alma,
te darías cuenta que este amor,
que nació a distancia ,
vive en mí y espera por ti cada noche.
El día que te asomaste en el marco de mi vida,
me di cuenta la inmensidad de la luna
reflejada en tu lejana mirada.
Me quedare contigo aferrada a esta lejanía,
No interesa lo lejos que estemos,
Nuestros pensamientos siempre estarán unidos.
MARÍA ISABEL BUGNON
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