Todavía no debo vivir en un poema,
tengo que quedarme en este mundo, en esta ciudad.
En poesía, nadie mejor que los muertos
puede sentirse como en casa;
vienen aquí como pobres violinistas,
azules sus dedos por la escarcha,
y duermen prolongadamente en el lecho de los versos.
ADAM ZAGAJEWSKI, Polonia, 1945 -2021
Traducción Germain Droogenbroodt – Rafael Carcelén
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