Se fue ayer en la tarde, sin decir adiós, ni dar un beso,
con el deseo de volver en triunfo
y ser abrazado por quien me dejó en embeleso.
se fue ayer sin mirar a los ojos de quienes siempre la amaron,
sin pedir nada a cambio, sólo su amor y su compañía.
Se fue ayer recién terminaba el día y no disfrutará de la infancia,
del fruto de su amor, quien vivirá en el recuerdo de un padre incierto.
se fue ayer y tratará de llenar con sorpresas huecas y vacías,
el anhelo de un consejo o de una mirada comprensiva.
Se fue ayer, ya bien tarde, dejó el hogar y muy dentro
una sonrisa escondida con el futuro en lo incierto.
se fue ayer y no sabe cuánto, le llevará volver a abrazar a su hijo
o sentir el aliento satisfecho de la mujer que le dio el mejor regalo.
Se fue ayer y dejó el presente desvalido,
el pasado que recordará con añoranza
por el auto destierro y las ganas
de dar salud a la mirada y
sepultar su espíritu y el de su familia.
Se fue ayer, pero ama lo que deja
porque sigue siendo el hombre
que lucha, que recuerda y vuelve a su
tierra a vivir lo que solo ella y los suyos
pueden regalarle, el sosiego que necesita
su mirada, su espíritu y su esqueleto.
ARMANDO ARZALLUZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario