Por parecer al amor,
maté a Leonor.
A un hombre cruel,
oí decir.
De noche fui a buscar, pero las fosas
celosas guardan a sus muertos.
Búhos expían con ojos de gato, y sauces llorones
abrazan mausoleos, monumentos bajo las sombras,
macabros.
Perros ladran y celajes de relámpagos tiemblan.
¡Oh, la luz de unos ojos! ¡Ha de ser Leonor!
OMÍLCAR CRUZ RESTREPO
Del Libro: TROCITOS DE ELLA EN MÍ.
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