Hoy siento el deseo de exclamar Aleluyah, como en la famosa canción que hiciera famosa Leonard Cohen.
Hoy siento el impulso y la firmeza de creer,a pesar de todo, en la capacidad de ja humanidad para aprender de los errores y rectificar hacía un nuevo camino de hermandad.
Hoy y siempre creo y deseo seguir creyendo que existe una inteligencia superior que nos convoca a través de una sutil llamada a producir ese milagro que, iniciándose en el corazón de cada uno, permitirá compartir entre todos la luz de la verdad, sin necesidad de palabras. Entonces, como dice la canción, será la norma el amor. Y yo me atrevo a añadir:
Será el amor la brújula que orienta/
nuestros pasos, el eco que persiga
nuestra voz deshecha en hazañas vanas.
Será la Luz la primavera viva
en cada huella de la vieja sombra,
el compulsivo afán del egoísmo
que se olvida del prójimo y su herida.
Será,y acaso ya prepara el viaje,
un jinete de sol y canto nuevo
la oportuna respuesta a tanto mal,
a tanto desatino que nos traba
en una encrucijada sin retorno.
No hay retorno al viejo paradigma.
Somos por siempre núcleos de esperanza,
potencial estallido de la Luz.
Isabel A.M.Miralles
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