Ya sabrás, que mi amor, no es cosa nueva
ha vivido en mi alma por mil años
eludiendo tormentas y otros daños…
logró que hasta la luna, se conmueva.
Contemplando la vida que se eleva
como el humo por caminos extraños;
he remontado todos los peldaños…
allá donde la savia se renueva.
Y todo ha sido una anchurosa espera
cuajada de ilusión inmarcesible
bajo un cielo de nubes carmesí…
fue aguardar una nueva primavera
y siempre más allá de lo posible
esperando tan sólo hallarte a ti.
FEDERICO SERVANDO RODRÍGUEZ
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