sábado, 30 de enero de 2021

NO HABRA UN ULTIMO POEMA.

 

(Dedicado a un dilecto amigo muy respetable y apreciado.El saber quién es.L.A.de Marmolejo.)


No habrá un último verso para el bardo.

Un poeta jamás debe decir:

"este es mi último verso",ni al morir

pues tras de muerto,su palabra es nardo.


y es grito,y es camino,y es estrella.

Convierte en un poema lo que a su alma

turba en placer,dolor,o toma en calma,

dejando voz de coruscante huella.


Y no podrá callar pues siempre flota

la palabra sublime y el mensaje

de amor y paz y confraternidad,


que a flor de piel de sus honduras brota.

No podrá el vate nunca hacer anclaje

¡Piloteará el bajel con su verdad!


Del libro “Baraja de poemas” de Laura Acuña de Marmolejo

Publicado en Centro Cultural San Francisco Solano

A MÍ QUE NO ME PREGUNTEN PORQUE LO REVELARÉ

 

Ya construido el amor de a dos

por dos

cuando pasen los años

y lleguen las destrucciones conspirativas

de lo social tan deshacedor de lo amoroso en otros

cuando llegue lo cambiante y adverso de las circunstancias

las devaluaciones del protegerse

las discapacidades y depresiones

quien más ama

quien haya dedicado vida a conocerse y conocer

a aprender a amar ejemplarmente

que no espere reciprocidades   reconstrucciones

que sepa que su triunfo y amor

es su propia capacidad de amar y de convocar

es lo resistente de su amor

y sus grandezas mínimas o torpemente inmensas

y permanezca firme en su comprensión e infinitudes

porque allí su razón

su savia

su pareja para y por siempre

su universo.

Del libro Poemas del revelar de FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES


AS ROSAS

 

Como sofrem

pobres rosas!

exiladas!

mutiladas!

fuziladas!

gritos surdos

que ecoam

mundo afora

injustiçadas!

execradas!

assassinadas!

maltratadas!

rosas murchas

descoloridas

sem vida!

símbolos nus!

reprimidos!

destruídos!

combatidos!

Como sofrem!

pobres rosas! 

Conceição Maciel -Brasil-

Publicado en el libro Siempre iluminadas nunca olvidadas

VERSASÍS

 

Sufrieron

siendo cautivas

ahí no sucumbieron

estaban más que activas

Cuando terminó el sufrimiento

el fusil acabó

con tormento

que asoló.

Trece

floridas vidas

en espíritu crece

de las almas sufridas

Una bala solo siembra

el terrible dolor

de hembra

con amor.


Tratadas

como animales

también fueron aprovechadas

desde las huestes estatales

no debían ser usadas

para ningún mal

ser amadas

del caudal.

Alfred Asís -Chile-

Publicado en el libro Siempre iluminadas nunca olvidadas

ROSAS MARCHITADAS EN OTOÑO

 

Fueron 13 pimpollos de vida

perfumadas de rebeldía

13 rosas sin espinas

solo pétalos llenos de aromas,

abiertos en primaveras

polinizadas de esperanzas nuevas,

13 tallos crecidos en fértil tierra

florecientes en pensamientos e ideas

solo 13 flores de esperanza

taladas en plena vida,

vaya número supersticioso

para simbolizar el dolor

poniéndole acento a la pena y el llanto

de un triste otoño español,

roja sangre en el barro

de una tierra hecha lodo

por pensamientos oscuros

de un tirano asesino,

cuanto sabor amargo

tienen las páginas del tiempo,

cortar de cuajo las rosas

no impidió que sigan perfumando

pues sus pensamientos son diademas

que viniendo del pasado y coronan el futuro,

hoy son 13 flores rescatadas

para este jardín del mundo

13 rosas rojas

que renacen con pasión,

pues no he de dejar lágrimas

a ellas solo mis letras de amor

Elías Almada  -Argentina-

Publicado en el libro Siempre iluminadas siempre olvidadas


ESA MUJER QUE ANHELO


Tiene la forma de mi pecado

color de duda

aroma de fracaso.

Ella me inventa otros mundos con su voz y su mirada

los hace saborear y resistir por encima de la misma realidad

y luego me quita  

todo lo que creó. 

Ella es diosa y súcubo

retorno de la muerte

para de inmediato a ella volver.

Esa mujer es pozo de carne 

donde se ahoga mi temor a perderla

sueño de largo cabello suelto

que a despertar me negó.

La deseo como llave hacia la gloria

aunque lleve la cifra de mi muerte.

Victor Diaz Goris

¡SIEMPRE EL AMOR!

 


Compartido por María Nicol Metz 

viernes, 29 de enero de 2021

CÁTAROS

 

La presente es para comunicar que acabo de publicar un nuevo libro. Su título “CÁTAROS. Desde su amanecer a su ocaso”.

Si estáis interesados o interesadas en su adquisición, podéis hacerlo a través de Tempvs Templi Ediciones, cuyo enlace es: Libros medievales (tempvstempli.com)

ANTONIO GALERA GRACIA

LA VENGANZA SAGRADA

                                               
                                                                                                    
      Rómulo Tejada vivía en la villa de San Antonio con su esposa Matilde y su hija Amparo de  seis  años de edad, en su amplia y hermosa casona solariega.
      En la vecina población de Riberalta, tenía también una finca que colindaba con la de Tomás Chacón, un acaudalado hombre de negocios que vivía con su esposa Silvia en la cercana ciudad de La Esperanza, en donde era dueño del Café El Triunfo.
      Un buen día Lorenzo el mayordomo encargado de la finca de Tomás, descubrió que le faltaban varias cabezas del ganado en la propiedad de su amo, y como con anterioridad éste le había manifestado sus deseos de comprar la propiedad de su vecino Rómulo a fin de ampliar la suya, “le cupo la sopa en la miel” (como vulgarmente se dice), para muy subrepticiamente insinuarle a Tomás, que el posible responsable del dolo bien podría ser Rómulo.
      Teniendo una amplia situación económica, Tomás Chacón se daba una buena vida sin tener que trabajar mucho, ya que además tenía un buen administrador de su Café El Triunfo. Su casa tenía una tapia que colindaba por un lado con la Oficina de la Policía de La Esperanza, y era así como él se mantenía muy al tanto de muchas situaciones  judiciales del conglomerado.
      Cuando aquel infausto día, Lorenzo el mayordomo se allegó a casa de su amo para informarle con gran alarma sobre la desaparición del ganado, éste inmediatamente montó en cólera y se dirigió a San Antonio para enfrentar a Rómulo a quien él creía  responsable del fraude. 
      Cuando Tomás llegó a casa de Rómulo, éste precisamente acababa de llegar un tanto cansado de su hacienda de Riberalta y se disponía a descansar un poco. Fue en ese momento cuando Tomás irrumpió sorpresivamente en su casa y con una furia desbordante le dijo:
     -¡Maldito, con que dándotelas de santo, mientras que me robabas el ganado!
      Ausente a todo ese problema, y  aún tratando de guardar la calma, Rómulo le adujo: 
     -¿A qué robo te refieres? No entiendo…
      Entonces Tomás fuera de sí, y frente a Matilde (quien se encontraba en el séptimo mes de embarazo) y a su adorada hijita Amparo -que atónitas no podían creer lo que estaban presenciando-, en tono perentorio le gritó:
      -Perro  infeliz: ¡Arrodíllate aquí mismo porque hasta aquí llegaste! ¡Voy a matarte! Y ayudado por su mayordomo, a puntapiés lo obligó a hincarse en medio de los alaridos de su familia. Allí mismo e inmisericordemente, Rómulo fue ultimado a tiros.
      Sobra decir que este infausto suceso cubrió de dolor no sólo a la propia familia del occiso sino también a toda la comarca, ya que Rómulo era persona por demás muy humanitario y por consiguiente muy estimado.
      A los dos meses de este cruento asesinato, nació Ramiro el niño que se gestaba en el vientre de Matilde cuando el despiadado Don Tomás, privó de la vida a su amante esposo.
      Esa infamante historia corrió como vox pópuli por todo el poblado, y en adelante vino a ser parte de su tradición oral, marcada por la impronta de tan sangriento y deplorable suceso que también cual carimba marcó el destino de Ramiro, ese niño a quien Rómulo no alcanzó a conocer, y  el  que tampoco pudo tener la dicha de conocer a su padre. 
     A medida que el muchacho crecía, también crecía en su ánimo el deseo recóndito de vengar a su padre, pese a las amonestaciones de su buena madre que trataba en vano de inculcarle el perdón para el asesino de su padre. 
      Cuando Ramiro cumplió los diecisiete años no pudo esperar más y se dio los medios de  conseguir el revólver que había pertenecido a su padre (el que éste siempre llevaba consigo, especialmente cuando iba a su finca para defenderse en caso de necesidad), y el que tras de su muerte, Matilde conservaba entre sus pertenencias como un recuerdo. 
      Aquel día Ramiro -quien ya había estudiado la manera de llegar a la Policía con alguna disculpa creíble para luego pasar por desapercibido y poder traspasar el muro-, dijo  en tono resuelto al jefe encargado:
      -Vengo a instaurar una denuncia por robo. Y acto seguido expuso las  razones y los nombres de los “supuestos implicados” en el “supuesto hurto”.
      Tan pronto como él terminó con su denuncia, y otro cliente entró a demandar la atención del oficial de turno, Ramiro aprovechó la oportunidad y con la flexibilidad de su adolescencia y la rapidez de una inquieta ardilla, saltó el muro que lo separaba del asesino de su padre. Lo encontró sentado en un sillón reclinable muy tranquilo y sereno mientra fumaba un tabaco.
      Fue grande la sorpresa de Tomás al ver frente a él al muchacho, que fuera de sí y con un odio feral le gritaba:
      -Vengo a vengar la muerte de mi padre-. Y sin darle tiempo a defenderse, continuó:
      -Tú mataste a mi padre de rodillas. Yo te concedo la gracia de que mueras sentado, ¡perro asqueroso! -Y acto seguido, descargó con saña todo el pertrecho de su arma homicida.
      Cuando fue llevado ante las autoridades todo el pueblo -que lo había visto crecer-, acudió en su amparo gritando enardecido:
      -Este muchacho no puede ser condenado. Él no conoció a su padre porque Tomás Chacón lo mató alevosamente y sin razón. Ahora es el turno de él. ¡Sólo ha vengado a su progenitor! ¡Perdónelo Señor!¡Esta es una Venganza Sagrada!

LEONAORA ACUÑA DE MARMOLEJO

DEEP DIVE INTO MY SWIRLING OCEAN


 Deep dive into my swirling ocean 

swim in an aquamarine dream,

hold fast my hand in  protective care,

dart through seaweed and corals 

keeping my close in tow,

marvel at creatures of deep azure seas

floating around our beings;

as one with the waters 

as one with mystery,

Resurface with our treasured love,

Like a pearl from the deep,

Rare,

Beautiful,

Sacred...

KHUSHWANT DAKSH -India-

LA VIDA VIVIDA ES INDERROTABLE, SOBREVIVE


la vida, como tortuga fatigada o liebre enloquecida

te va quitando tanto: los seres amados   los poderes físicos o mentales

los sitios permanentes   los recuerdos de razón y sentimiento

las sensaciones

pero hay que estar atento   como radar de la bondad

a lo que siempre la vida puede dar

mayor conciencia

mayor veracidad

mayor dignidad

mayor capacidad de amar

mayor compromiso con el otro

mayor identidad

grabados como manantiales

por el manantial de existir

no es cierto que la vida no valga la pena

ni siquiera la muerte y sus emisarios pueden vencer

las repercusiones ilimitadas de la ternura y la confianza

compartidas

que   tal como se ha dicho

sobreviven.

Del libro Poema del revelar de FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES

FREEDOM OF THE WOMAN


"La libertad no es escoger un camino,

sino rebelarse contra todos los que quieren

imponerte" Merli

Mujer instrumento del génesis

Mujer que siembras la lucha

Mujer que conduces el sendero

¡Adiós a los sueños desvelados!

¡Adiós a la represión-opresión!

¡Adiós al llanto de un pueblo dormido!

¡Adiós a la tristeza en el espíritu!

Ser mujer es....

perdurar en el tiempo

Ser mujer es...

ser tú misma por encima

de todo

Ser mujer es...

ser el horizonte y conducir a las

demás

Ser mujer es...

defenderse mutuamente.

 Lili Gámez Radas -Perú-

Publicado en el libro Siempre iluminadas nunca olvidadas


GLORIA Y SU ÚLTIMO DOMINGO DE SETIEMBRE

 

Dulce, ingenua jovencita...

con mil y una ideas en su cabecita

Tus sueños de grandeza,

danzaban en tu mente

y,,,, como eras creyente,

te embarcaste en tu aventura

Aun sabiendo que la vida es dura.

Marcaste en tu calendario

el último domingo de setiembre

Con tu corazón saltando, llegaste al aeropuerto

Para ti, todo era nuevo y diferente,

a lo que te habías imaginado,

pero, seguiste con paso firme y decidido.

Total… ya estabas en el camino...

ahora solo tenías que seguirlo

Llegaste a un lugar seguro,

donde todo te lo indicaban

Lo cual fue una gran ventaja.

Solo que no sabías el idioma,

pero eso no te asustó

y en la escuela te registraste.

Poco tiempo pasó y hasta trabajo encontraste.

Tu espíritu aventurero

....era más fuerte que tu miedo.

Caminabas ligero, por eso no te percataste

que unos ojos azules te observaban,

tu sin decir nada

seguías con tu jornada.

Hasta que un buen día se acercó

y cortésmente te saludó

Quedaste tan impresionada,

que no pudiste decir nada

El era tan guapo y galante...

que hasta pensaste que no te lo merecías.

Pero él insistió

día a día... hasta que te convenció.

Aceptando tú, su amistad, porque en

sus ojos azules creías ver sinceridad.

Luego llegó el amor, el matrimonio,

el tiempo pasó y dos hijos llegaron

y tú, ciega de felicidad

no te dabas cuenta de sus defectos

hasta que llegas a notar

... que tu dinero desaparecía...

Ya te pusiste más alerta,

pero no tenías con quien conversar.

Solo te pusiste a observar... Y, él,

entonces dejó de trabajar

Su entretenimiento eras tú... dedicándose

el, a más licor tomar.

Así pasó un buen tiempo...

¡ya tú no podías más...!

¡... Te cansaste de soportar...!

Hasta que un buen día

decidiste... tomar a tus hijos y la

casa dejar,

Te fuiste lejos... a una nueva vida...

poder empezar.

Cristina Patty Acha -Perú / USA-

Publicado en el libro Siempre iluminadas nunca olvidadas


SOY UN CLON

 

Si me dijeran pide un deseo,

yo pediría un rabo de nubes,

que se llevara lo feo y me dejara el querube un

barredor de tristeza,

un aguacero en venganza

que cuando escampe parezca nuestra esperanza…

Silvio Rodríguez

Clonación: acción de crear una entidad

biológicamente idéntica a otra ya existente.

Voy clonada por la vida

somos cientos en magnitud

somos,

Aguaceros en venganza.

Laboratorio, hueso duro de extirpar

Mentes putrefactas conforman la carne,

restauran la piel.

Nacimos con ojos de pájaros.

Somos cabezas, enjambres…

somos:

Aguaceros en venganza.

Quisiera ser hombre

¡Viva la patria todos los días!

-inmolo hasta los huesos pero soy hembra,

futuro incierto de una falda.

Y busco mi saya gemela,

mi vagina

-con agujeros preteridosmis ovarios,

mi clítoris,

mis trompas de Falopio.

Mi lengua más tuya ¿qué mía?

Odio los disfraces,

los secretos,

las no verdades.

No me resigno,

me resisto a ser

El dolor penetra por los pies.

Me duelen los pasos

me duelen,

me duelen.

El asfalto tiene deudas, tiene:

Aguaceros en venganza

Por qué la contra lectura

si soy sólo un cuerpo.

Soy sólo un cuerpo

clonado por los hombres.

El dolor, duele

y no me resigno.

Allá, arriba,

danzamos por los aleros.

Somos clones enfadados,

enfadados con el dolor

y duele, duele…

Y busco mi saya gemela,

mi vagina

mis ovarios,

mi clítoris

mis trompas de Falopio

mi lengua más tuya que mía.

Odio los disfraces,

los secretos,

las no verdades.

No me resigno

me resisto a ser

El dolor penetra por los pies

Y duele, duele

El asfalto tiene deudas, tiene:

Aguaceros en venganza…

Yamilet Calcines -Cuba-

Publicado en el libro Siempre iluminadas nunca olvidadas


ESCAPADAS

 

I


                            Vida,


                            que perdemos


                   tras un extraño compás


                                                 de espera.


                            Vida, siempre vida.


                                         Pregunta:


                                         ¿La aprovechamos?


                            El ruido


                                      del reloj


                                               nos aturde


                                               y nos engaña


con su continua monotonía.


Francisco J. Segovia

LOS BESOS LOCOS

 

La Fundación Carlos Edmundo de Ory y Onda Cádiz Televisión emitirán hoy viernes, a las 21.30, la presentación de Los besos secos (Bala Perdida), de Rosario López, dentro del ciclo Música de lobo. La autora estará acompañada por Paco Ramos.   

Los besos secos

"Madrid, principios del siglo veintiuno. Malasaña, barrio céntrico. Una mujer de Sevilla que es actriz y trabaja en un bar y se llama Lucía. Un hombre gallego que se llama Alberto y que vivía con Lucía por amor pero ahora ya no, ahora se ha ido al norte con sus padres y todo su patrimonio. La madre de Lucía, que quería ser artista y cose como cosen las artistas. La amiga de Lucía, Marisa, que escribe y aconseja y cuida y da y quita, como las buenas amigas. Todos los de alrededor. Los que van al bar, la china que vende palmeras de chocolate, un hombre apetecible con un diente rasgado y otro montón más con los dientes normales pero que de nada sirven cuando el abandono arrasa. La ciudad. El destierro: el de la tierra y el de la vida, o esa parcela de vida que queda desolada, como un descampado, como el agujero tras el proyectil, como cuando el amante se va. Ingredientes más que suficientes para este poema largo y humano y río que es Los besos secos".

Del prólogo de Lara Moreno




LOS OJOS


Los ojos del averno y de los cielos se juntaron en la fiera, y le dieron el poder de convertir la tarde en lo que ella quisiera…

Víctor Díaz Goris.

DÍA ESCOLAR DE LA NO VIOLENCIA Y LA PAZ

 

30 de enero de 2021 o días próximos, aniversario del martirio del Mahatma Gandhi, 

58 DÍA ESCOLAR DE LA NO-VIOLENCIA Y LA PAZ (DENIP / DENYP). 

Este año con práctica individual, reflexiva y moderada a nivel de clase o virtual a causa de la pandemia.

1. El “Día Escolar de la No-violencia y la Paz” (DENIP), fundado en 1964 y conocido también por Día Mundial o Internacional de la No-violencia y la Paz, es una iniciativa pionera, no estatal, no gubernamental, no oficial, independiente, libre y voluntaria de Educación No-violenta y Pacificadora, practicada ya en escuelas de todo el mundo y en la que están invitados a participar los centros educativos, los educadores y los educandos de todos los niveles y de todos los países.

2. Propugna una educación permanente en y para la concordia, la tolerancia, la solidaridad, el respeto a los derechos humanos, la no-violencia y la paz.

3. Se practica el 30 de enero o en los días próximos de cada año, en el aniversario de la muerte del Mahatma Gandhi. En los países con calendarios escolares propios del hemisferio sur puede conmemorarse el 30 de marzo o en los días inmediatos.

4. Su mensaje básico: dice: “Amor universal, No-violencia y Paz. El Amor universal es mejor que el egoísmo, la No-violencia es mejor que la violencia y la Paz es mejor que la guerra”.

5. El procedimiento didáctico de esta actividad de educación en valores debe ser vivencial y permite la libre aplicación en cada centro educativo según su propio estilo didáctico.

6. Amigos del DENIP son aquellas personas que, aceptando la supremacía espiritual, individual y social del amor universal, la no-violencia, la tolerancia, la solidaridad, el respeto a los derechos humanos y la paz sobre sus opuestos, propugnan la difusión los principios inspiradores de la jornada.

Llorenç Vidal

RESTANTE SECRETO

.

Restante secreto del alma

que en tu mirada manera del amor

escurre instante eterno regalando estar

del plazo en buen color amando deleite bello.

Todo espacio acercando calor humano

en voz que de quien sus labios bebe placer 

de la parte amante con momentos a piel miel

al querer el ahora en sueños aleteando placer.

Llenar feliz fragilidad tierna de linda sonrisa,

en cada luna perteneciendo en ti tocando el corazón

al tibio habitar en bendita noche contemplándonos

cual destino a encuentro regalándonos íntimo tiempo.

Desnuda distancia tocando miradas respirando anhelos

donde eres sueños vivos y sencilla alegría 

a par del amor suave en miel suspirando alma

restante secreto de amores en continua paz.

José Nieto 

VERSO MOJADO 1…

 

Con la ayuda de un tendido blanco…

El diamante romancero de escotes rumorosos…

El huracán haciendo estragos entre versos mojados…

Un estelar control apuntando a la realidad, 

lanzando esquirlas en su cielo abierto…

Recibiendo las carcasas, 

al disparo latente cerca de tu pecho.

Allis Albary Monsalve Monsalve

¡DESDE QUE TE MARCHASTE!...


“Qué poder escribir, cuando tu alma se encuentra llorando, cuando sientes los latidos del corazón detenerse, cuando la respiración se comienza a agitar, cuando piensas que nada volverá a ser igual.

Qué poder escribir cuando los nudos no sólo se encuentran en tu cabeza, en tu corazón y en tu garganta, sino que ocupan parte de tus manos, y te impiden tratar de expresarte, te ahogan las palabras escritas, pero la fuerza de tus manos te impiden siquiera llorar entre letras y plasmar en una hoja en blanco lo que tus pensamientos están gritando.

Qué poder escribir, cuando la voluntad te carcome el alma, cuando el dolor te va consumiendo, cuando la esperanza está detenida, cuando la fe la sientes perdida, cuando la herida aún continua sangrando.

Qué poder escribir cuando la soledad, la oscuridad, la tristeza y el llanto de tu vida se van apoderando y de repente te quedas observando al horizonte, con los pensamientos divagando y el alma llorando, y el corazón enmudecido soportando el dolor de que te has marchado.

Aunque a sabiendas de que dí de mi lo mejor, y que me quedo con la tranquilidad de que nuestro amor se vivió con la misma reciprocidad, es inevitable tener esa congoja que sientes, que sin querer te aprisiona el alma y que es inevitable brote por mis ojos.

Y es irremediable vivir en este mundo, que entre quienes quedamos nos hemos ido poco a poco consumiendo entre guerras, egoísmos, rencores, odios; en un mundo donde la maldad ha ido atacando y los corazones ha ido oscureciendo, un mundo en donde la antipatía y las banalidades, el consumismo y las malas ideologías ha ido reinando, un mundo en donde las enfermedades continúan, donde quizá los sueños no perduran y entre el aire se van esfumando. Un mundo de ambiciones, de hipocresías, y donde los sufrimientos van ganando. Un mundo en donde sabemos que los buenos somos más, pero quizá no hemos puesto nuestro granito de arena para que todo pueda mejorar. 

Hoy tan solo nos quedamos deseando quizá algún día reunirnos con quienes se nos adelantaron en nuestros caminos, deseando reencontrarnos con quiénes hemos perdido, con quienes hoy quizá perdieron una batalla, pero que sabemos que lucharon y dieron todo su esfuerzo para continuar, con quienes pelearon hasta el cansancio, tratando de vencer cualquier adversidad.

Hoy quizá sentimos que nuestro mundo dio un giro, que la vida tal vez no vuelva a ser la misma, que los sentimientos se han quedado estancados buscando ese gran apoyo, esa mano que siempre estuvo a nuestro lado.

Si, tal vez nuestros días hoy no sean de finos colores, quizá la percepción sea distinta, esa opresión en el pecho, las lágrimas rodando en las mejillas, quizá todo continúe tal vez por algunos días, años; porque tal vez esa luz dfe esperanza en la que creías, y esa mano extendida ha quedado vacía.

¡Y sí1, sabemos que quienes se adelantan se encuentran descansando de grandes batallas, disfrutando de un mejor lugar, que vivirán momentos de regocijo y de gran tranquilidad.

Pero en este preciso momento…¡Qué poder escribir!, si desde que te marchaste, mis letras y mi alma ya no tienen vida”.

Con todo mi amor para ti PAPÁ!...

Estrellita de la Torre Lomelí -México- 


MY DESTINITY IS YOU


There's a desert but I have to walk,

In the dark, mysterious night I have to go ahead.

Oh well, well, what happened  to my heart?

Why is it so felicitious?

It does not worn out from the vacuum.


Oh why my feet are scraping?

I have to wait, recuperate and then walk again.

The journey is long, the way is difficult,

But I'm more sentimental than ever. 

Across the river, in the realm of love I want to reach,


There my love would remain forever

Oh love, my love,

I want to meet myself by meeting you...

KHUSHWANT DAKSH -India-

NUBES.

 

Nubes sedientas de viajes

 y de gozos. Don formado

 entre las nubes. Dientes destellantes

más allá del océano puro. 


Alta suavidad blanca

a veces etérea que viaja 

se cuelga del columpio 

alargado de un horizonte 

entre una gran faena

entre un gran embeleso. 


¿Cuantas horas desatadas?

¿Cuántos días atados a ellas?

Llevándolas de la mano

más allá de la lejanía. 


Un gran jeroglífico blanco. 

Una gran alegoría en camino.


¿Cuántas cascadas de nubes?

¿Cuántas nubes en cascada?

¿Habra algo ahí?

Callan las nubes

y viajan viajan a lo lejos. 


¿Cuántas veces he amado lo que he

amado viéndolas a ellas?

... El paisaje, la ciudad, las montañas,

los labios de la hembra. 

El paisaje

que alargada mente viaja, 

cada nube atada a la vez 

a diez, diez nubes atadas

a cien, entre todas se forma

solo una, se mezclan

con su rumor de reflejo 

de espejos y de luz.


Nubes atadas a los días. 

En cada nube caben miles

de horas diarias y blancas... 


¡Viajan! ¡Viajan! 

Todavía aún más lejos.


La voces de las campiñas. 

La ciudad ahogada en sus voces. 

Las montañas deteniéndolas. 

Encima de las montañas 

los árboles acariciándolas

efectuando en lo alto

la bruma, la neblina

las tinieblas. 


El río lívido y celeste

ecuánime a la naturaleza

ecuánime al reflejo del cielo

y alas esponjas nubes 

en el horizonte

enraizadas en el cielo. 


Todo en ellas viaja

imágenes, voces, poemas. 

Todo en ellas a veces es

lumbre, lámina o nada. 

El amor a la amada

que por ahí también

sucumbe,renace, se enardece,

y llega a la divina gloria. 


Se ha dicho que

también por ahí viajan

uno que otro poeta. 


¡Oh, cuántas veces he sufrido, 

de esta dolencia pura,de ver 

nubes y nubes dichosas

en su desfile! 

Viendo vestirse el cielo entre soles: 

Nubes viajantes y esponjadas

de igual manufactura o diferentes, 

y de semejanza a esta amor

por las esferas que asoman entre 

sus bondadosas aberturas . Esferas 

doradas iluminando la lejanía, mezclándose

entre

un tono dorado,violento y sonrojado. 


El rojo eterno presentado. 


-¡Si, ahí está el sol¡ - 


A veces cercano, 

a veces lejano. 


Saul Ponzio Ibieta 

ALL I CAN GIVE YOU...


 All I can give you is the depths of love in my heart,

treasures more precious than all the world's gold.


All I can give you is the heights of my soul,

sacred sanctuary 

for your healing heart;

no other can harm you there

wrapped in my prismatic dreams 

you captivate my being.

All I can give you is my best;

softest sweet kisses,

long warm embraces,

a porcelain shoulder to lean on,

a gentle touch on your weary brow,

a kind look that says it all 

with silence,

a sublime day,

a sensuous night,

a love for all the ages.


All I can give you 

Is All of me...


For you babe 

Khushwant Daksh -India-


STRANGE ESSENCE!



Close my mystic eyes 

       See God 

     talk to him , 

get satisfaction

 when get a single 

         minute ,

   find heaven

    on this earth 

  Love is food for 

   Hungry  soul 

     heart laugh

  Mystic eyes

      smile 

Supernatural

 essence 

In competitive

      world 

All think me stupid 

   But God loves 

Flower of heart 

       dance 

   full of zeal 

Ready for heal 

ASHOK KUMAR -INDIA. 



… ALLÍ LOS DEJO ENTRE LOS MUERTOS

                           

     Odilia Bueno era una joven mujer quien andaba en sus veinte años. Desde cuando tenía quince, se había enamorado de un mancebo de su villa; se había prendado de sus ojos azules, de sus cabellos de oro, de su cuerpo apolíneo que anunciaba un carácter viril y alegre. Él se había enamorado de la femineidad que hacía derroche en ella y que se solazaba en su cuerpo cimbreño, trigueño, de andar voluptuoso; de su boca que semejaba una rosa apenas entreabierta como una perenne invitación al beso; de la noche que anidaba en sus cabellos sedosos; de sus ojazos negros en cuyas pupilas jugaba una risa sensual…

     Eran una pareja sencilla, y sencillamente enamorados del amor y de la vida pujante que anidaba en ellos; creían que el cielo era ese pequeño terruño que los circundaba. Su único anhelo era llegar a casarse algún día cuando él, Ernesto Lasprilla, realizara un lote de ganado que estaba levantando en su pequeña finca La Esperanza, en Miravalles, localidad cercana a Los Almendros en el Valle de Aguaclara allá en Colombia.

No me beses más le dijo un día ella, jacarandosa, gozando en la ansiedad de él.

¿Por qué no, si eres mi novia? le adujo él en un ademán posesivo-. Si eres mi amor, cómo no disfrutar de ese privilegio?

    Recuerda que mi madre no te acepta le aclaró ella con un dejo de pesadumbre en su voz doliente. ¿Cómo piensas que podremos vencer su rechazo hacia ti?

     Entonces él, con la seguridad que su amor le daba, le contestó tajante: 

     -Lo que tu madre desea es casarte con Joaquín el hijo del alcalde; ese mulato prieto lleno de dinero, que sólo quiere disfrutarte porque eres su capricho y nada más. Porque él no te quiere como yo. Cuando llegue la próxima feria y yo logre vender mis reses, iremos a Cartago y allí nos casaremos de improviso sin avisarle a nadie, y menos a tu madre. 

     Margarita Ponce la madre de Odilia, era una mujer trigueña y fuerte, dominante, que frisaba en la cincuentena; encerrada en un dolor rabioso por la muerte de Aníbal Bueno su esposo a quien degollaron salvajemente en una noche de farra (en la cantina de la esquina de su casa, por una riña de “gallos arreglados”), en vísperas de la fiesta de La Inmaculada, cuando como es costumbre, se ponen velas encendidas en las aceras de las casas del poblado.

     Esa noche era el aniversario de la muerte de Anibal, y Joaquín Rendón, el otro pretendiente de Odilia, creyó muy propicia la ocasión para acercarse a Margarita y  halagarla,  quizás haciéndole buenas remembranzas de su esposo fallecido:

     Buenas noches, Doña Margarita le dijo en tono de fingida cortesía.

     Buenas noches, Don Joaquín le contestó ella en tono de respeto y admiración, pues le parecía el mejor partido para la hija renuente que no quería ver en él, al futuro esposo que le daría orgullo entre las amistades de su círculo.

     Bella noche, eh? continuó él ¿Donde está Odilita?

    No debe andar muy lejos le dijo ella mimosa. Debe andar por allí con sus amigas viendo el alumbrado. Usted sabe que esta noche todo el mundo hace su derroche de velas.                                                                                                                                 

     Mas sólo ella sabía la verdad: su Odilita andaba entrevistándose con Ernesto, el amor que parecía tenerla enajenada…                                                                                                                                                                                                                                        

    Y esa noche como tantas otras, Joaquín bien lo sabía que la madre encubría a la ingrata. Pero él sabría esperar, y pensaba socarrón, que el que ríe último ríe mejor…  Además como carta de triunfo, sabía que ellas no andaban muy bien de dinero después de la muerte del padre, pues ya habían agotado los recursos que él dejara en un temprano testamento que había hecho como si presintiera su muerte. Joaquín intuía en su mente ladina y astuta, que en su afán por salir de apuros económicos Margarita haría lo imposible por disuadir a su hija de sus relaciones con “ese pelagatos” de Ernesto Lasprilla, como ella a sus espaldas lo llamaba.

     No importa Doña Margarita, yo podré volver mañana  le contestó fingiendo comprensiva paciencia, cuando lo que realmente sentía era rabia, una rabia sorda y profunda que no lo dejaba vivir en paz.

     En aquellos precisos momentos, los enamorados andaban lejos de la celebración pueblerina; habían ido subiendo  abrazados por la Calle Real (como se le llamaba a la calle principal) llegando casi a las afueras hasta el cementerio de San Pedro. Allí en un recodo del camino habían detenido su caminata dando rienda suelta a los besos y a su pasión desenfrenada. Esa noche estrellada fue testigo de la entrega enardecida y anhelante de Odilia, cuando olvidó los límites de su educación; todos los preceptos morales que su madre le había inculcado, y las palabras que a menudo le repetía sentenciosa: “La mujer que se entrega a un hombre antes de ir al altar, no vale nada”.

     Y fue así como cuando ella reaccionó, era ya tarde; tarde en la noche, y tarde en su vida futura. Ya no podía volver atrás; su suerte estaba echada. Al ir bajando de regreso por las calles ya solitarias, Odilia había observado que no había más alumbrados, que la luz de las velas se había extinguido; apenas unos pocos cabos parpadeaban agonizantes. Comprendió la magnitud de su error, y aunque recordaba con certeza las promesas de su amado Ernesto, algo en sus adentros, le hablaba de  inseguridad, desengaños y desilusiones. 

     Cuando regresó a su casa, Margarita la esperaba  en el portal, consternada y expectante, en un afán que le gritaba dentro de su corazón de madre que su hija había sido deshonrada. Ernesto la saludó, mas ella en un estado de furia incontenible y desencanto, guardó silencio. Odilia entonces, avergonzada, penetró en su casa, cabizbaja y silenciosa dejando que su madre se desahogara desbordándose en quejas y reproches.

     ¿Dónde estabas?le preguntó su madre ¿Por qué has tardado tanto? No me digas que estabas en la capilla rezando pues hace muchas horas que el rezo se acabó y  cerraron la iglesia.

     Odilia estaba verdaderamente arrepentida y comprendía que su madre tenía razón de encontrarse tan airada. Por eso guardó, silencio; un silencio lleno de vergüenza…

     Por esos días precisamente, había sido promulgado el edicto sobre el servicio militar obligatorio que los jóvenes debían prestar al ejército de su patria; y allí precisamente en las listas expuestas al público, aparecía el nombre: Ernesto Lasprilla, el que ella leyó con aprensión, con ojos desorbitados, y con un extraño presentimiento de derrota y pérdida.

        Al día siguiente, y aún sintiéndose aturdida por el acontecimiento que marca la vida de una mujer, salió a buscar al hombre de su vida; fue en compañía de Marina Ceballos (su amiga y confidente), hasta la finca La Esperanza de Miravalles. Con el fin de estar de regreso a  una hora aún conveniente, salió muy temprano, al despuntar el alba . Ernesto la recibió amoroso, pero ella quien tenía una marcada intuición femenina, notó un tono de tranquilo reposo en su voz, y no ese afán desesperado  y anhelante con el que siempre la esperaba y la recibía.

    ¿Qué piensas hacer con este problema que ahora nos va a separar?le preguntó ella con ansiedad.

     Nada se apresuró él a contestarle, ¿qué puedo hacer, pues? Presentarme al servicio de mi patria, como todo un hombre.

    -¿Y yo qué? ¿Me quedaré sola hasta que vuelvas? le inquirió ella demandante.

     ¿Por qué no? Es sólo un año de servicio militar. Después nos casaremos -le adujo enfático. Ella abismada, guardó silencio…

     Y Ernesto Lasprilla se presentó al examen militar de rigor que precede al reclutamiento de soldados. Como se encontraba en óptimas condiciones físicas para prestar el servicio, fue seleccionado de inmediato sin dilaciones.

     Una semana después partía para la ciudad de Buga (en donde estaban  las instalaciones de los cuarteles), dejando a Odilia en la más profunda soledad y en la más honda desolación, y con un presentimiento de maternidad en sus entrañas. Había conocido el amor más sublime pese a lo que fuera, pero ese amor de su Ernesto parecía huir de ella. Ahora cuando más necesitaba de su calor, la abandonaba. ¡Entonces tuvo la doliente certeza de que el amor tenía su otra cara: el dolor…!

     En un principio las cartas llegaban casi a diario; luego a medida que el tiempo corría fueron espaciándose, y por último, hubo un silencio impenetrable. En vano ella escribió e insistió hasta  por intermedio de Álvaro Peralta (el mutuo amigo de ellos), para inquirir por el motivo del silencio de su amado. Mas aquél, que había vivido siempre enamorado de ella con la secreta esperanza de que algún día sería el elegido, en forma muy noble y diplomática para que no sufriera, le daba razones en defensa de su amigo, razones que a ella no la convencían. Una voz muy recóndita allá en las honduras de su alma, le gritaba a Odilia que el amor había huido del corazón de su amado. Esta idea sombría envolvía sus horas de soledad, y entonces, todo lo demás fue subsidiario para su interés.

     En un amargo soliloquio se decía: “No quería casarse conmigo; está claro. Me le entregué y ya perdió el interés en mí. Bien dice mi madre: que la mujer que se entrega antes de recibir la bendición del sacerdote, ya no vale nada; ya no vale que el hombre la lleve al altar, porque este pensará que fue voluble y fácil y que así mismo se comportará en el futuro faltándole al respeto de esposo.”  

     Por aquellos días, presintiendo la situación anímica por la que estaba atravesando la tan esquiva Odilia, Joaquín Rendón comenzó a asediarla muy habilidosamente, y ella en un arrebato de tristeza, soledad,  desengaño y desconsuelo, lo aceptó por primera vez. Para este hombre, el conquistarla era cuestión de capricho, pues intuía que ya ella había entregado sus primicias virginales a su detestado rival. 

     Las visitas  del nuevo pretendiente se sucedieron cada vez  con más frecuencia, hasta un buen  día cuando el hombre conocedor de que la situación pecuniaria de Odilia y su madre era bastante crítica,  muy sagazmente, consideró conveniente asestar el golpe de gracia. Así pues muy socarrón pretendiendo maneras de caballero, avanzó airoso con su estudiado plan.

     Lo ve Doña Margarita? le dijo a la compungida madre en tono de generosa compasión. Ustedes pasan trabajos porque quieren, pues si Odilita y yo nos casamos, las dos  podrán vivir holgadamente.

     Usted sabe tornó a decir en tono de humilde ostentación, que yo tengo mis centavos. Yo sólo espero que ella me dé “el sí” y entonces podremos hablar con el Señor Cura para el casamiento; mas primero debemos acordar la fecha.  Entonces Margarita en un destello de felicidad y con la esperanza de una vida mejor,  llamó a su hija.

     ¿Ves, Odilita? Este hombre te quiere de verdad le dijo eufórica; no como ese otro pelagatos que se largó para el ejército y no volvió ni a acordarse de ti. ¿ Por qué no lo olvidas ya y te casas con Joaquincito? ¡Este hombre sí que te quiere de veras! Pueden acordar la fecha ahora mismo. Así podrán casarse lo más pronto posible.

     Y ella, Odilia Bueno, la corola recién abierta, con el alma aún prendida en el alma de Ernesto Lasprilla el hombre que libó por vez primera en el cáliz inviolado de su vida,  confrontó la  propuesta como una alternativa a su crítica situación.

     Nos casaremos  el día de mi cumpleaños, en febrero once le dijo con aire de reina desdeñosa.

     Él entonces, sin siquiera pensarlo dos veces y sintiéndose triunfador, después de besar la mano de su  ahora  ya prometida, salió presuroso. Fue donde el sacerdote del pueblo e hizo arreglos para su próximo matrimonio, el que tanto deseaba; no porque se sintiera verdaderamente enamorado de la joven, sino porque ella era la hembra más codiciada de todo el pueblo por su femineidad; por su talante garboso; por su dulzura;  por su donaire de diosa; por su boca de flor inviolada; por sus ojos adormilados  y profundos velados por negras pestañas, que sabían hablar con una elocuencia flirteante; pero sobretodo, porque le ganaría la partida a su odiado rival, ese rubio a quien tanto odiaba, por eso precisamente: por ser muy rubio y de gallarda presencia, dotes que él no poseía, y sobretodo... porque finalmente domeñaría a aquella hembra bravía que con sus desdenes le quitaba el aliento.

     Llegó pues el día de la boda tras de algunas semanas de espera, semanas durante las cuales él había hecho derroche de atención para con la madre y para con su hija: flores, pasteles, chocolates, y joyas eran enviadas frecuentemente a casa de la novia quien con cierto desgano alistaba el ajuar a sabiendas de que su amor estaba en otro sitio guardando un silencio quizás deliberado.

     En medio de gran  pompa extravagante y sin refinamiento, se celebró la boda tras de la cual, Joaquín se trasladó con su mujer a la ciudad de Cartago para pasar allí una semana de luna de miel. Como era la costumbre, fueron al mejor hotel. Ella se sentía violada al entregarse a un hombre a quien no amaba, y sentía repulsión cuando éste  recorría con caricias lúbricas sus valles y colinas. No brilló ni siquiera una mirada de entusiasmo en aquellos momentos íntimos, y un frío silencio circundaba como en un forzoso  ritual aquellos instantes que de haber sido compartidos con su Ernesto, hubiesen sido     desbordantes de dicha y de placer. Joaquín se dio cuenta de ello, y esto generó en su  ánimo un substrato perenne de amargura, recelo y derrota, guardando desde entonces el callado rencor que llevó consigo a través de los días de convivencia con aquella mujer a la que no lograba desbravar aunque invadiera sus físicos valles y su femenina geografía.

     Pronto Odilia comenzó a dar muestras de un “embarazo precoz”; todo el pueblo empezó a murmurar, y socarronamente se corrió la vox pópuli de que Joaquín había “ensuciado el agua antes de tomarla”, como era el decir por aquel entonces.

     Ella guardaba un silencio de estupor, pues como mujer sabía muy bien a quién pertenecía ese fruto de sus entrañas. Entonces no se quejaba ante Joaquín, de las comunes dolencias inherentes a su estado. Pero sí notaba que él se mostraba frío e indiferente con ella,  y que no mencionaba para nada su futura paternidad, ni hacía -como otros padres en potencia-, planes para el futuro en donde incluyera a su hijo. Sólo entonces, ella comprendió la gravedad de su situación.

     Así pasaban los meses, hasta cuando en una noche en que la luz argentada de la luna bañaba los campos, sintió los primeros síntomas de su alumbramiento, mas sabiendo que no tenía  todos los derechos de una esposa honesta, soportó estoicamente todos los dolores hasta casi el último momento en un silencio cerrado, hasta cuando no pudo más y le dijo a su marido entre los estertores del dolor más insoportable en una súplica angustiosa, que fuera a llamar a la comadrona que la estaba supervisando. Así fue como al llegar esta, ya Odilia había dado a luz casi sola, soportando todos los más grandes dolores de madre primeriza y pensando ingenuamente qué pasaría si no pudiera dar a luz normalmente a su primogénito y este se malograra…

     Cuando la comadrona puso al recién nacido en brazos de Joaquín Rendón el marido expectante -quien permanecía fuera de la alcoba-, notó inmediatamente que él, a diferencia de la mayor parte de los padres, no se puso feliz: 

     -Préstame acá a ese huele feo -le dijo sin ternura y con rencor-, y  la buena mujer, la comadrona  -ajena por completo a toda la dramática verdad-, echándose la bendición refunfuñó abismada: “¡Santo Dios! Este hombre no quiere ni a su propio hijo; éste hombre tiene el diablo adentro.” Acto seguido regresó a la habitación para acabar de atender a la joven madre que se debatía entre las entretelas desconcertantes de su amor frustrado, su amor de madre, y una especie de asco y tolerancia por el hombre que prácticamente la había comprado.

     “Rubio y muy blanco es el carricito este”, se dijo Joaquín, y pensó con rencor lo que dirían sus compadres y conocidos cuando vieran al niño de la piel de nieve y el cabello de oro.

     A las pocas semanas cuando Joaquín pudo corroborar que los ojos del niño eran de un intenso azul, no guardó ni la más remota duda de que no era su hijo, y asoció este convencimiento con su rival, el hombre a quien tanto odiaba… Entonces decidió que lo criaría como si fuese propio, para así castigar  también a la mujer que aunque compartiese su lecho, tampoco era suya…

     Meses más tarde, Ernesto Lasprilla regresó del ejército. Tan pronto como se encontró de nuevo en el pueblo, lo primero que hizo fue tratar de comunicarse con su amada Odilia y cuál  no sería su desconcierto cuando supo que ella se había casado, y precisamente… con Joaquín Rendón. “No, no es posible”, se decía sin poder salir de su estupor: ¿ Dónde estaba todo ese amor que ella me juraba? ¿Cómo pudo olvidar nuestros besos, nuestras caricias, su apasionada entrega? Galopó por las praderas de su corazón dolido el corcel desbocado de su coraje y pensó sórdidamente en arrancarle su hembra a aquel morboso hombre que se la había arrebatado con una puñalada trapera en una situación infausta.

     Fue entonces cuando buscó la ayuda de Marina Ceballos la amiga de los dos, y le envió con ésta una pequeña esquela en donde la citaba en el lugar de siempre, o sea en el cementerio del pueblo llegando por la calle principal. 

     Un vuelco le dio el corazón a Odilia cuando leyó el mensaje y no dudó que comparecería ante él, no sólo porque aún lo adoraba, sino también porque se ahogaba en la  ansiedad de saber el motivo por el cual la había olvidado, como ella creía… Entonces le comunicó su decisión a Marina, como también su anhelo de que Ernesto pudiera conocer a su hijo… 

     Fue así como Odilia acudió a la cita después de despojarse del delantal, tras de servir la comida a su marido y de atender al niño. Mas ella ignoraba que Joaquín la seguía hasta en los más mínimos detalles de su vida -ahora convulsionada-, registrando su ropa  y sus cosas,  y tratando con celos desesperados hasta de adivinar sus pensamientos…

     Aquella noche era de luna llena. Bajo los rumores de la noche plateada se escuchaba el susurro metálico del viento entre los sauces del camposanto. Ella llegó al sitio convenido donde ya Ernesto la esperaba jadeante, anhelante y desesperado… Una brisa tibia acariciaba su rostro de mujer fresca -ahora embellecida por la maternidad- , y jugaba entre sus endrinos cabellos sedosos que llevaba sueltos. Toda ella era un misterio y su silueta parecía la de una diosa en la claridad lunar. Todas las palabras de los amantes se ahogaron en un  abrazo y en un beso llenos de pasión desesperada. Vinieron entonces los reclamos: ella le reprochó doliente su silencio; él amargado, le reprochó su matrimonio y el no haber tenido fe para esperarlo, y le explicó que intempestivamente lo habían destacado a la selva en un batallón de artillería para hacer un rastreo de insurgentes, razón por la cual nunca más pudo lograr que sus cartas llegaran, y cuando esto finalmente ocurrió, no comprendió por qué motivo no recibió respuesta alguna. Los dos ignoraban que Margarita se había encargado de interceptarlas primero porque deseaba apartar a su hija de él, y luego porque al ser Odilia una mujer casada, su madre no deseaba que se fuera a romper su matrimonio y quizás tras de esto llegara a unirse a ese “pelagatos” como ella lo llamaba con desprecio por no tener una situación económica holgada. 

     Ella, Margarita Ponce, la viuda de Bueno, guardaba las cartas de ese soldado triste cuyo remite decía: Ernesto Lasprilla. Batallón de Artillería. Palacé, Número 3. Oruga, Valle de Aguaclara.

     Odilia le explicó entonces entre ardientes lágrimas que tras del silencio tan cerrado e impenetrable de él, y tras de una dura racha económica de triste continuidad sin esperanza alguna de rehabilitación, ella aupada por el despecho, había resuelto complacer a su madre  casándose con aquel hombre a quien detestaba allá muy adentro de las grietas de su alma herida. Tras de escuchar sus mutuas quejas y especialmente los sinsabores y  pesadumbres de la vida de su amada, quedaron de reunirse nuevamente a fin de acordar el plan que llevarían a cabo para finalmente, vivir juntos. Pero cuál no sería su sorpresa  cuando vieron llegar a su amiga Marina con Albertico, aquel hijo del amor y la pasión de los dos. Inmediatamente Ernesto se identificó con los rasgos físicos de aquella criatura: sus ojitos azules, sus cabellos rubios, el lunar en su mentón… Ante su estupor, ella le confesó que este niño era realmente su hijito. Él, delirante de amor y de felicidad, lo tomó en sus brazos y en un grito ahogado le dijo: ¡Hijo de mi alma! 

     El niño (como es natural al no conocerlo), le miraba estático y receloso y le esquivaba sus brazos. Ernesto y Odilia se abrazaron delirantes en un loco y desbordante frenesí, ajenos por completo a la tragedia que se avecinaba dentro de contados instantes.

     Joaquín, quien como se ha dicho, seguía desde hacía mucho tiempo los pasos de su mujer, había registrado el delantal de ésta, tras de la intempestiva visita de su amiga Marina Ceballos de quien desconfiaba por saberla amiga también de su rival Ernesto. Una voz misteriosa le previno de algo que marcaría su destino. Efectivamente, allí en el bolsillo del delantal descubrió anhelante, desencantado y enfurecido, la esquelita que Ernesto le enviara a Odilia. Odilia la traidora  a la que nunca había logrado hacer suya aunque hubiera invadido sus trigales de mujer…

     Un viento borrascoso cabalgó por su alma atormentada y se desbordó en su estrujado corazón y en su hombría herida; y ciego de rabia y de celos buscó el puñal homicida dispuesto a hacerse justicia y a hacer respetar sus derechos de esposo. Al llegar al sitio preciso, lo cual supo por el contenido de la infausta misiva, aún dentro de su coraje enardecido tuvo la paciencia de esperar un poco más y escuchar algo de la conversación de los amantes; aunque ya todo era inútil: toda su intuición le mostraba la deplorable traición. Así agazapado como una fiera montaraz en celo, esperó tras de una tumba.

     Estando allí fue cuando vio llegar a Marina Ceballos con Albertico el hijo bastardo que le quemaba las entrañas por no llevar su sangre; que no era el ansiado hijo de su amor sino de la pasión y del amor de “los culpables”.

     Jadeante, con el corazón acorralado en su pecho, rabioso y ansioso cual un león enjaulado, aún se contuvo para esperar un poco más. Pero cuando llegó al punto en que Ernesto reconocía al niño, cuando vinieron las palabras emocionadas del verdadero padre: “¡Hijo de mi alma!”, y cuando vinieron los abrazos y los besos, ya no pudo más. Obnubilado por la rabia y por el rencor y en un feral arrebato de ira sacó el arma asesina y sorpresivamente se abalanzó sobre los amantes, enloquecido por el odio y por el despecho. Hundió el puñal con saña y con ferocidad una y otra vez con cebicia en el corazón de su mujer y del amante osado que había ensuciado su honor y pisoteado su dignidad varonil; y que a pesar de haber disfrutado de las primicias de virginidad de aquella hembra por todos codiciada, aún persistía en la ofensa. 

     Con el puñal homicida destilando sangre y dejando allí entre las tumbas un cuadro dantesco, salió del camposanto gritando enardecido: “¡Malditos! ¡Allí los dejo de una vez entre los muertos!”

     Luego, con los ojos flamígeros y desorbitados por la desesperación y  la rabia, agitado y tembloroso llegó a la Inspección de Policía Municipal y se confesó culpable diciendo: “Los he matado, Señor Inspector: sí, los he matado por malparidos. Pero no podía más con la humillación; me estaban poniendo los cuernos; yo había hecho de cuclillo y todavía seguían ofendiéndome. ¡Castígueme Señor!  

Cuento premiado en concurso de la Sociedad Cultural Santa Cecilia, Miami, 1997   

Leonora Acuña de Marmolejo                                                                                                         


TRIBUTE SONG: THE FIRST AIR


That was the first air, 

There were some mist, 

It looked so new 

so enchanting was the beginning 

the life gonna learn the new twist, 

I rebound his slide, so funny 

I was new, he too bunny 

the air so new, 

It was to give some cue

the days have passed, 

but memories to glue, 

the days have passed, 

but it looks so new, 

the scene so serene, 

the camaraderie so clean, 

was to let me win, 

to win million hearts, 

to win millions minds, 

still I find that slide so funny, 

the weather giving cue, 

something great was to happen, 

something going new, 

something coming new

and that was to become my first love 

thereafter songs and music came a through, 

that slide so funny, 

we were bunny 

something great came out of new. 


The song is composed just for you


Ashish K Pathak -India-

DISCURRIR

 

Discurren mis letras,

que todo fluya simplemente

y que nada influya eternamente.

Volver a disfrutar lo cotidiano,

aquello que dejamos de valorar

y que son cosas tan necesarias.

Acariciar un rostro, hablar sin redes,

enredarse con sensaciones sin programar.

Desde el avance de la tecnología

no sabemos más que ser autómatas,

dependientes de mensajes y emoticones.

Nuestras emociones se volvieron símbolos

y el transcurrir una cuestión de estar conectados.

No tener señal es un ostracismo, un dejar de ser.

¿Hasta dónde vivir pendientes de los likes

es sinónimo de felicidad y de realización personal?

Discurro, fluyo, razono, tratando de entender...

Me perdí en un pasado distinto,

en la filosofía antigua,

ya ni importan el agua, el aire, el fuego ni la tierra,

ahora solo importa el mostrar

lo que tengo y gustar.

Las claves de la felicidad

es el consumismo despótico,

y aunque hoy estamos frente a un futuro incierto

prefiero el estoicismo de Epícteto

a la tiranía de Nerón.

Discurren mis letras,

se dejan llevar y se sienten irreal,

letras fuera de tiempo, en un tiempo sin proyectos.

Relojes sin horas, semanas sin días,

años sin meses,

todos se escapan,

transcurren sin inferencias como mis letras...

Marcela Barrientos -Argentina-

Publicado en el libro Siempre iluminadas nunca olvidadas



¿PIDO PERDÓN O NO?


¿Pido perdón o no?

Si sólo fui una nube pasajera que no duró más

que los segundos de un minuto,

o quizás los que dura el tránsito

de la tarde hacia la noche.

¿Pido perdón o no?

Tal vez yo misma no me supe colocar

en el altar que merecía,

si mis motivos eran limpios, sin dudas ni deudas.

¿Por qué debo pedir perdón?

Él llegará de mi misma,

de mi libertad y de la dignidad

que siempre he sabido llevar.

¡Entonces, que sean otros

los que se arrodillen ante mí!

 Ángela García Lencina -Cuba-

Publicado en el libro Siempre iluminadas nunca olvidadas

ALMAS HONESTAS SENCILLAS BONDADOSAS


ALMAS HONESTAS SENCILLAS BONDADOSAS

SONRISAS DE NIÑAS

SIN RAZÓN

CALLARON

AÚN VIVEN LAS ROSAS

CORTARON SUS VIDAS

SUEÑOS ROTOS

DOLOR

Amarilis Siu Rivas -Venezuela-

Publicado en el libro Siempre iluminadas nunca olvidadas

LUCES


Luz derretida en lo alto de tu beso

caricia con ojo en la punta

aferrándose a tu piel.

Lucero de azúcar

se despeña por tu cuerpo

mientras tres panteras 

en tu pubis se sumergen.

Gladiolo hembra en tus ojos 

lunas color mentira 

en tu cuello.

Mariposas adheridas a tu voz.

Un arpa como pecado sonoro

anquilosada en tus labios.

Y un abrazo demorado en tu conciencia:

Así termina la altivez

que a nuestros instintos dominó...

Victor Diaz Goris.

miércoles, 27 de enero de 2021

HAY UNOS OJOS

 

Hay unos ojos negros 

que a mí me dan claridad 

en las noches sin luna, 

me suelen alumbrar,

los miré y aún que no fue cerca 

su brillo pude mirar, 

y es que son ojos morunos, 

de esos que se miran en granada 

de donde vienen sus raíces, 

de la madre patria.


Tiene voz de ruiseñor 

Yo de calandria,  

qué bonitas se deben de escuchar 

al llegar la alborada.


¡Qué bonito se siente la ternura 

y el cariño al recibirlos! 

se siente como cuando era uno niño;

porque pobre de aquel 

que al niño perdió, 

es como tener muerto el corazón.


Hoy escuché tu corazón palpitar 

o tal vez era el mío 

que en tu pecho retumbó, 

no lo sé… no lo puedo asegurar,

pero solo sé que mis versos 

de tu voz se pueden enamorar.

 

¡Que siga la poesía! 

más tarde lo podemos asegurar.

María Regueira López



VEO EN SUS OJOS


Veo en sus ojos 

agradecido color,

cielo donde existe 

instante eterno.

Marea que ama 

al sabor del constante sentir

de quererte siempre

en libertad amando.

Deseos de pasión,

del amor convidando vida 

pasando eterno sentir

del vivir íntimos y humanos.

Mirar siempre de ti

feliz coincidir en usted

del amor que conforma

la eternidad rebosante.

Tocar lo que contienes

encontrándole en mi,

bendecido coincidir,

veo en sus ojos surgir sin fin.

José Nieto

INFLUNCE OF T.S ELIOT

 

Those granite rocks making me hard 

And weight of his new technique an innovator 

His appeal encourage me to be spiritual 

His intellectuality made me a thinker 

His struggle of inner soul 

Pushing me to reach my real goal 

His images surprised me 

To use difficult symbols as an artist 

His hope urges me to be tough 

As Walt whitman for a revolutionary poet 

His deep thoughts appealing me to understand R.N Tagore 

His analysis of death and rebirth amazed 

ASHOK KUMAR -INDIA-

NOCHE Y AMANECER de ABRIL


La noche se aproxima

quedan atrás 

las preocupaciones diarias

El tiempo pasa y ya 

de regreso a casa 

Nos espera 

una dulce noche 

donde las estrellas 

nos acompañan 

Se perpetuan

los pensamientos

y la luna ilumina

nuestros sueños.


AMANECER en ABRIL


Y llega el amanecer

con un bello despertar 

brillante y alegre.

Comienza un nuevo

día en nuestras vidas

sin olvidar dar gracias

a Dios por regalarnos 

y disfrutar un bendito

día más en esta tierra.

lleno de ilusiones

amor y paz.

María Cerminara

AS TREZE ROSAS


Foram jovens que sonhavam

Em grupo, tinham os mesmos ideais

Membros da Juventude reinavam

Com ideias Socialistas iguais

Carmem Barrero 20 anos, modista

Com 24, Martina Barroso seu lema

Blanca Vázquez aos 29, pianista

Pilar Ibanez 29, modista suprema

Com 20 anos, Julia Conesa costureira

Registra seu nome na história, e vamos

Adelina García, 19 anos, activista

Outra activista Elena Gil, com 18 anos

Aos 18, Virtudes Gonzalez conheceu

Maria Del Carmem Cuesta, 15 anos

Outra militante Joaquina Laffite, ardeu

Secretária aos 23, também feneceu

Aos 20, Dionísia Manzanero Salas 

Mas Vitória Muños aos 18, ativista

Veio Luiza de La Fluente em escala

Treze Rosas sacrificadas e banidas

Pensar diferente não era opção

E sim, trair o sistema, estavam fadadas

Pelo governo a morrer na prisão

Ficaram na história a JSUnificadas.

 Sonia Nogueira -Brasil-

Publicado en el libro Siempre iluminadas nunca olvidadas


TRECE, CAPULLOS DE ROSA

 

Luego de la feroz

Guerra Civil,

trece capullos

de rosa,

se alistaron

Para emprender

una lucha

y derrocar,

al tirano

Pero nunca

les permitieron,

a su país, servir

Las acusaron

por rebelarse,

como así..,

por adherir

pág. 158

Eran capullos

muy jóvenes,

que nunca,

debieron partir

Ellas,

jamás marchitaron

y su valor, perpetraron

atravesadas,

por el fusil

Por el arma

del enemigo,

que jamás,

debió existir

Mujeres de coraje,

‘heroínas’,

que atravesaron

los tiempos…,

producto

de sus espinas.

Lidia Leticia Risso -Argentina-

Publicado en el libro Siempre iluminadas nunca olvidadas


LAS 13 ROSAS


Jamás en la omisión pueden

caer sus nombres.

La memoria su lugar les da.

En el corazón quedan esculpidas:

Carmen, Martina, Blanca, Pilar,

Julia, Adelina, Elena, Virtudes,

Ana, Joaquina, Dionisia, Luisa

y Victoria, jóvenes sacrificadas.

Al presente evocan la injusticia

de un régimen sin perdón.

Mártires se les considera

a esas 13 víctimas, cuyos rostros

en el cielo cantan su verdad.

Se escuchan sus lamentaciones.

Vidas truncas sin sentido.

Atemporales graban la infamia.

Ocupa el espacio de la vergüenza.

Regada sobre el dolor de una patria

que hoy reclama la sangre derramada.

Un mar rojo o muerto como

se quiera apodar corre por la historia.

Cruza sus páginas con el caudal

de una vertiente sin olvido.

España llora a sus muertas.

Son sus heroínas.

Las 13 rosas de un jardín celestial.

En su rocío, la lágrima viva del recuerdo.

 Bella Clara Ventura -Colombia-

Publicado en el libro Siempre iluminadas nunca olvidadas



ASOMBRO

 

Tu cuerpo de finales de mayo

engastado en el espejo

nimbado de bromelias 

que se desangran sobre el crepúsculo. 

Tu apariencia de atardecer con nubes

engarzadas a tu nombre

relámpago sonoro 

en camino a una mirada.

Tu consistencia de comienzos de diciembre

arroyo por cuyo cauce vuela música en vez de agua

espada con un madrigal en el filo.

Tu tamaño de vuelo de halcón en picada

luciérnaga antes de entrar en un espejo 

emoción que resucita al anochecer.

Tu cuerpo se eleva hacia la noche

abandona mis ganas de ti que se suicidan 

porque a los que todavía amamos 

no nos dejan resucitar… 

Victor Diaz Goris.

CEREALES COMPUTERIZADOS

 

Conos llenos de lápices a mil por hora, 

los colores dispuestos a escribir… 

Puertos de memorias perdidas de palabras escondidas, 

el sonido fuerte y callado de un grito estomacal, 

al cenar de la copa llena de silencios embriagantes 

ese trozo de pergamino en mi rincón existencial,

ahí solitario a la espera trivial 

a que me besen los besos de tu boca 

y en la boca mía adentrarme más allá 

hasta robarte bajo la luz de un faro 

avanzando hacia el final.

Allis Albary Monsalve Monsalve

martes, 26 de enero de 2021

PUEDES


Compartido por Carlos Lara

 

HAY UNOS OJOS

 

Hay unos ojos negros 

que a mí me dan claridad 

en las noches sin luna, 

me suelen alumbrar,

los miré y aún que no fue cerca 

su brillo pude mirar, 

y es que son ojos morunos, 

de esos que se miran en granada 

de donde vienen sus raíces, 

de la madre patria.


Tiene voz de ruiseñor 

Yo de calandria,  

qué bonitas se deben de escuchar 

al llegar la alborada.


¡Qué bonito se siente la ternura 

y el cariño al recibirlos! 

se siente como cuando era uno niño;

porque pobre de aquel 

que al niño perdió, 

es como tener muerto el corazón.


Hoy escuché tu corazón palpitar 

o tal vez era el mío 

que en tu pecho retumbó, 

no lo sé… no lo puedo asegurar,

pero solo sé que mis versos 

de tu voz se pueden enamorar.

 

¡Que siga la poesía! 

más tarde lo podemos asegurar.

María Regueira López

AMAE


Aquí la tienes, por más pequeña que parezca, juntando sus manos y piernas en el suelo más fértil. Sumida, atada a tu vértices, la mirada perdonada y la vergüenza.

La felicidad, de no tener preocupación por preocuparse tan sólo de una única cosa. El miedo a jugar las partidas y dejarse perder para hacerse querer. Bendita que reza por tu presencia en el mundo de los vivos.

En su anatomía no hay esbozos de sí misma, ha mudado su piel como serpiente, y cedido su alma a algún Dios, Apolo, Júpiter o Adonai, pero ya no recuerda cuál.

Ella es unánime y espera tu afecto.

Ella se indulta en tu sonrisa.

Ella se perdona en tu mirada.

Ella que sólo aclama tu aplauso.

Ella que abraza tus vientos.

Ella que cuida es "amae".

Esta entrada está financiada mediante anuncios

TANIA MATIAS

    

MULHER GUERREIRA


Mulher guerreira

Pegue sua espada para começar seu dia

Sorrindo para todos com sua beleza e alegria

Levando toda sua sabedoria sageza e simpatia

Assim poderá sempre vencer seus inimigos com

inteira harmonia

Seja na vida de nosso planeta defendendo

buscando amor e paz

Sendo útil para todos numa igualdade universal.

Caminhando e andando jogando

sua sementinha do amor

Para que mais tarde possamos contemplar o

crescimento avançar como plantas

E colher seus frutos de maneira real

cada fruto e seu crescimento cultural.

Esta sim mulheres guerreiras vitoriosas

levando a bandeira da paz por onde passar

Ajudando a todos sem classe

ou desigualdade social

Somos todos irmãos neste planeta

de beleza e paixão.

Salvando a todos com nosso lema Fé e Gratidão.

Trazendo as cores no arco íris para pintar

na beleza de suas paisagens as cores

de nossa fraternidade de irmandade e amor.

Fé e esperança, amor e harmonia.

 Regina Caciquinho -Brasil-

Publicado en el libro Siempre iluminadas nunca olvidadas

LAS URNAS HABÍAN HABLADO / EN HOMENATGE A LES TRETZE ROSES / EN HOMENATGE A AURORA PICORNELL / GOLPE A LA DEMOCRACIA

 

LAS URNAS HABÍAN HABLADO

Trece muchachas, capullos de rosa,

lucharon con valor por la República.

Eran mujeres de alma valerosa

que no buscaban una vida pública.

Perseguían ideas de hermandad,

justicia, libertad y vida digna,

mas se encontraron con la cruel verdad

de una malvada rebelión, indigna.

Militares alzados contra el voto,

que en las urnas se había pronunciado,

y asesinaron en lugar ignoto

al espíritu por armas violado.

¡Viva las Rosas Rojas y su honor!

¡Siempre dibujaré su gran valor!

EN HOMENATGE A LES TRETZE ROSES

Eren capolls aquelles tretze roses,

plens d'ideals de pau i llibertat.

El seu valor, la seua lleialtat,

les feu morir i sebollir en fosses.

Foren rebels, criminals de l'Estat,

amb els fusells i les mans ansioses

els vils botxins que, amb tota impunitat,

l'assassinat feren de les aloses.

***

EN HOMENATGE A AURORA PICORNELL

Aurora Picornell, assassinada

per lluitar per la vida de la gent.

Aurora Picornell, afusellada

per ser bona oradora i gentil ment.

Aurora Picornell, enamorada

de ses Illes, espill del firmament.

Aurora Picornell, dona assenyada

que morí pel seu esperit fervent.

El món de les idees d'igualtat

saberes exposar amb enyorança,

enyorança farcida de bondat.

Un gemec en la nit de la recança,

un gemec des d'un cor assagetat

per bales assassines d'esperança.

 Este poema está dedicado a otra rosa,

en este caso mallorquina, asesinada,

por ser comunista y una líder,

al principio de la Guerra Civil.

Estaba embarazada de su segundo hijo,

fue violada antes de fusilarla.

Murió junto al bebé.

***

GOLPE A LA DEMOCRACIA (versos alejandrinos

con cesura blancos, y heptasílabos)

Cuando un golpe de Estado viola la Democracia

-la decisión de un pueblo emitida en las urnasy comienza una guerra entre mentes golpistas

y espíritus honestos pertrechados de ideas,

el Estado se angustia, las armas se levantan:

prójimo contra prójimo,

los fusiles disparan.

Cercenan las ideas que antaño se acataban

y el poderoso ejerce su rabia frente al débil.

La Muerte se presenta

sin ninguna templanza.

El fatídico día que España se alzó en armas,

hermano contra hermano, luchaban dos ideas:

fascistas opresoras contra un pueblo educado,

que había asimilado que poseía el mando,

pues la Soberanía se aposenta en su estrado.

Conocía el mendigo que tenía derechos.

Por ellos lidiaría hasta su último aliento.

Y en la calle esparció el hálito de vida;

pues falto de fusiles, los teutones mandaban.

Hitler envió pertrechos a las tropas golpistas.

Europa, sin vergüenza, abandonó al Gobierno.

¡Muerte republicana!

¡Fascistas asesinos!

¡Europa desleal!

Maria Oreto Martínez Sanchis -España-

Publicado en el libro Siempre iluminadas nunca olvidadas

13 ROSAS

 

Trece rosas cercenadas

del jardín del pensamiento,

les cortaron sus raíces,

apenas en nacimiento.

Pensar a veces es triste,

si se siente diferente

y se hace más peligroso

si ofendes a un oponente.

Y hay gentes que no distinguen

entre el pensar y el actuar

y castigan al que creen

que afrenta con su opinar.

Pensar distinto es muy malo,

para esta nuestra sociedad

que solo busca borregos

que no tengan dignidad.

Nuestras niñas, trece rosas,

creían que hacían el bien

encauzando con sus cantos,

hacia un cambio, un gran Edén.

Pero las garras del hombre,

que se dice el Superior,

acalla a trece chiquillas,

apenas capullo en flor.

Esto sucedió hace años

dizque en nuestra Madre España

y continúa sucediendo,

como una gran telaraña

en otras partes del Mundo

donde se acallan los voces

del que difiere de otro

que dice tener la razón.

Hay que cambiar este Mundo

por uno más tolerante

que respete la razón

y acepte a su contrincante.

Sabemos que las ideas,

son por demás divergentes

y que todos y cada uno

podemos ser diferentes.

Aprendamos a valorar

a todos nuestros hermanos

y sintamos como ellos

que somos seres humanos.

hechos de la misma arcilla,

nacidos aquí en la Tierra

y que cuando nos muramos

aquí mismo... nos entierran.

Saul Sánchez Toro -Colombia-

Publicado en el libro Siempre iluminadas nunca olvidadas

CORRECCIÓN

 

El manuscrito de su libro está... en la imprenta, y las pruebas se corregirán pronto

- casi dije que se izarán - * (Ewald Osers, 1973)

1

Estoy cansado de izar banderas, amigo.


Sólo sobre estas banderas

prestaré juramento

2

Sobre una con un poema de amor

 **

En marcha


Primero ocupan el territorio, luego

las cabezas


(Si el acceso lo impide,

invierten el orden)

Reiner Kunze (Alemania 1933)

Traducción Germain Droogenbroodt – Rafael Carcelén

de "Auf eigene Hoffnung", Fischer Verlag 1981

SUA PRESENÇA

 

Sua presença

Não pare de me dar sua presença

sua ausência me deixa louco

Me acostumei com suas carícias

para viver, para sentir suas delícias.

Não deixe meus olhos pararem de te ver

Você não sabe o quanto eu tenho medo de perder você

Se você tem sido minha ilusão divina,

deixe-me dar-lhe meu coração sangrando.

Em meus sentimentos poder te dar

o que eu nunca fui capaz de expressar para você.

Entre buquês de flores

a essência de minhas emoções supremas.

Que minha alma, meu corpo e minha mente sejam

todo seu, mesmo que seus olhos não o vejam.

É o que apenas com a sua pureza você pode ver

em um único ás para unir e poder abraçar.

Em puro amor podemos entregar

unindo em nosso amor a sinergia natural.

Como crianças penduradas em uma corda,

com sinceridade branca para poder encontrar

a sutileza de um devaneio total.

Traducción

Tu presencia

No dejes de atenderme

Tu ausencia me vuelve loco

Ya estaba acostumbrado a mi caricia

Vivir, sentir tu felicidad.

No dejes de ver mis ojos

No sabes lo miedo que tengo de perderte

Si fueras mi ilusión divina,

Dame tu corazón sangrado.

En mis sentimientos te puedo dar

No podía expresarte.

Entre el jarrón de flores

La esencia de mis sentimientos más altos.

Puede ser mi alma, mi cuerpo y mi mente

Todo tuyo, incluso si tus ojos no lo ven.

Esto es lo que solo se puede ver con su exactitud

Para que pueda unirse a un as y un abrazo.

En puro amor podemos entregar

Sinergia natural unidos en nuestro amor.

Como niños colgando de una cuerda,

Blanco para que se encuentre con honestidad

La sutileza del asombro completo.

Paula Cristina Concepción -Portugal-

lunes, 25 de enero de 2021

JESÚS NAZARENO

 

Jesús el nazareno 

el revolucionario

aquel que vino en nombre de 

Dios

a entregar su vida por ti, por mi, 

por el mundo entero 


Aquél, 

del cuál aprendí a tener un manto

espiritual en mi camino

aquél que me ha llevado en brazos a mi destino


Ése que cada día crucificamos,

sin miramientos

clavándole los clavos del desprecio

de la indolencia del desamor

enterrando en su costado

la lanza de la crueldad

aquél que subimos al

madero y coronamos

con espinas 


oh

Jesús!

cuánto dolor has heredado

a tu madre

el más grande dolor,

más todavía que

cuándo te regaló la vida

ningún dolor de parto fue  tan terrible

tan desgarrador

cómo el de haberte entregado

al creador

cuánto amor has heredado

a la humanidad


oh!!

Jesús

comprende el desvarío humano

perdona la crueldad del mismo

entiende el desamor del hombre

hacia el hombre

disculpa el apego a lo material

olvidando lo espiritual


oh!!

Jesús 

Cristo redentor concédenos el 

privilegio de encontrar tu mano

amiga

y no soltarnos jamás

y entregarte nuestra mirada

nuestra devoción nuestro 

corazón


oh!!

Cristo

revolucionario después

de la enseñanza de tu filosofía

aquél que no la haya entendido

se ha perdido en su propia 

neblina


oh!!

Jesús 

Sacramentado

gracias te doy por el milagro del 

nuevo día 

cuándo mis ojos se regocijan

y contemplo el alba en cada 

mañana

de poder ver cada día, la belleza

del sol naciente cuándo con su

calidez

me alumbra el alma


oh!!

Divino Jesús

gracias te doy por ese magnificente 

fulgor de las estrellas y de la luna

cuándo mi vida ha estado en 

penumbra

cuándo me has concedido

felicidad

por que de tanto llorar y llorar

me has enseñado a reír


oh!!

Cristo del amor

tus tiempos siempre serán sabios

cuándo te he visto en el cielo

infinito y he subido entre nubes

y alcancé tu mano amiga.


oh

Cristo cuánto nos amas!!


y en cuánto olvido te tenemos

perdona los desapegos,  el egoísmo

te ruego pronto reencontremos

tu doctrina

danos la sabiduría de misionar

tus enseñanzas al desvalido

espiritual

mostrándoles el camino hacia

la fe en ti.


Oh!!

Jesús

gracias

por la fortaleza que me 

obsequias 

en cada segundo de vida

y si en este instante mi cuerpo

fenece

mi alma te entrego.

Blanca Garcia -Estados Unidos-


VALLEJO, EL POETA QUE PERDÍ

 

Mientras más me detengo en los escritos del gran Vallejo, ingreso a un mundo inmensurable, el mundo de César Vallejo, el "dios de los humanos", de aquellos asistentes a la espera de la nada, es él quien sufre los dolores, él se hace otro en el dolor, se hace hambre como parto en el vientre de su boca, se torna indiscutiblemente “escribidor de los quejidos”, eternidad de su palabra confina a la sociedad deshumanizadora de lo ausente, vemos el total de los totales, la demacrada suma de valores del abrigo; Vallejo posibilita que a ti también te duela, quiere cerciorarse de que asumas el “compromiso de dolor”, del gritar que tienes hambre como los “otros”, Vallejo describe una y mil veces más su airada protesta contra la razón de las sinrazones, me parece sostener incluso su propia respiración recortada, su humanidad, su finitud dolorosa, que al fin y al cabo duele. He creído en la profundidad de sus silencios, he disfrutado el canto amurallado de sus letras, sus epístolas teñidas de dolencia, el prescrito dolor en Vallejo no escapa, no muda, observa y crece como arbusto que se niega entre sociedades de exhibición y la nulidad del compromiso. En “Los Nueve Monstruos” Vallejo confía el derribo de “murallas del dolor”, y el conjunto aleatorio de saberse nada se cobija en palabras ausentes del sentido propio de la resistencia, y él resiste, no cabe lo inaudito, lo hueco, y acontece poco o nada indescriptiblemente, las palabras que asemejan el espejo del parir del hambre de la gente. Los muertos, las horas tortuosas, el pregón de los mortuorios: “Y, desgraciadamente, el dolor crece en el mundo a cada rato/ crece a treinta minutos por segundo…”, el “doliente Vallejo”, paso a paso facilita ante el ojo humano la desgarradora proclama, el hombre, dos veces hombre, las torrenteras de los ríos, dos veces muertos, dos veces, la filosofía de lo injusto crece, dos veces, el salario difamado duele dos veces, dos, el lienzo en el martillo, duele dos veces en la sombra de los golpes, las casas usurpadas, duelen dos veces, dos. Los políticos traidores, dos veces de la coima, duelen dos veces, dos, la siesta despojada en los niños, duele dos veces, dos, el pobre, duele dos veces pobre, dos veces y más, los golpes de los palos en las marchas de las calles, duelen dos veces, dos, los ojos, son dos y son dos veces en que mira cuando de hambre de todos los hambres dos veces se muere, y la naturaleza de lo insano, duele dos veces dos, hiere la libertad del inocente y es el dolor dos veces y duele, dos, la sociedad en su suplicio, duele dos veces y muchas veces agujereando su costado, dos veces, el poder del corrupto gobernante, duele dos veces, y dos veces más, y tantas otras veces más, la condición del perseguido, dos veces duele, y duele dos veces el que calla y se muerde en el sillón del don dinero, dos veces duele el desgajo de las frutas extirpadas, dos veces así de tanto duele la espalda del que en raza incomparable fue ungido, duele dos veces, dos, la función de la palabra dos veces muere, y el escribidor, dos veces muerto, dos, y se retiembla el alma en su interior y ya no duele dos veces, sino más de las dos veces duele, ¡ay que duele!

Se asimila la garganta del que grita dos veces ante el eco irremediable de la noche, dos veces duele, y mueren dos veces y otras dos los que descansan en las manos del verdugo, mueren y dos veces duele cuando la boca calla lo que grita el alma, dos veces, muero dos veces dos, y duele dos veces, y duele otra vez si me describo doblemente muerta, dos veces duele, dos sombras más duele. He descrito constantemente el padecimiento de dolores, en el silencio y el dolor se mueven la sangre dos veces, dos en el mapa como mártir del mundo, nuestros amados ríos destejidos dos veces, duele más del dolor dos veces, los explotados cuerpos en la villa inocente, duele, dos veces duele, la lluvia arruinada, duele dos veces, el agua del glaciar, duele dos veces en suspenso de mis ojos, duele dos veces la extinción del lagrimeo, duele la naturaleza consumida en las manos del prescrito velador, duele dos veces este texto en que refiero el dolor de los que duelen, dos veces, y ya me duele más de las veces y no es sólo dos que se nubla mi interior, la carne nueva y vieja muere muy lentamente, dos veces, la agónica traición de los amantes duele, yo sé que duele y no sólo dos veces. Dos veces duele, el amor que redobla la rodilla y no ante la fe del hombre, dos veces, el insomnio frente al alba extinguida de valores, duele, dos veces duele, la congoja es ahora la abatida, disparada, dos veces, atentada en la derrota, dos veces, y se eleva el sistema respiratorio del extinto, más de dos veces duele, y hubo casi siempre dolor de los dolores y fueron siempre dos veces o tal vez más, pero fueron dos veces.

La piedra jamás dejó de ser piedra, dos veces, la tierra nunca obtuvo tanto dolor en sus propias entrañas, los mineros en el cauce del dolor, duelen dos veces, y la Pachamama arrasada en su mismo campo, duele, sí que duele y no pocas veces, el féretro de infamia de los gobernantes del cosmos carcomiéndose de risa, y dos fueron los dolores, dos veces, dos, la infamia duele dos veces en el fluir de los fluidos, la mezcla inconfundible de matices en el agua y la sangre campesina duelen dos veces ¡ay!, ¡ay! mi amada tierra, tus llantos ensordecen las almas moribundas dos veces duele. Dos veces, me he mudado a otro país, y dos veces como atentado del poeta, dos veces me has dolido, dos veces, y yo en el silencio convidado desde niña, duele tanto que se ha formado el acústico pesebre en la huelga de las veces. Mi amado llanto por Vallejo, ¡ya no me duelas dos veces, sino más veces más!, las que sean necesarias, porque te confieso, amado Vallejo que “hemos de morir dos veces, o nueve veces más, mientras veamos dolor en los ojos de la gente”, el arsenal de fusiles dos veces rastrillan las faringes, el traficante duele, ¡vaya Dios que duele!, lo sabré yo: duele y no sólo dos, sino dos veces dos, se extinguen los dados negros de la sangre y la encubierta, diez veces dos duele, y yo asumo el gatillo de las noches dos veces, y nuestros ojos se han llorado dos veces como llanto en la tormenta dos veces, duele dos veces y tal vez más.


Ahora observo lo encorvado de la gente por la muerte de otra lengua se ausenta, se pierde, duele, tantas veces duele, duele, y mi lengua se proyecta entre giros sorprendentes, otra lengua, otra lengua, y duele dos veces escondidos los gerundios de mi habla, ahora se alquilan el agua de los mares como vientre de las madres sustitutas, dos veces el parir ajeno que no deja aquel cajón y el muerto no nacido allí presente, dos veces muertos los niños por ultrajo y la violencia, y de esto último el clero no es ajeno, duele dos veces, dos, los ancianos condenados al olvido del silencio, dos veces mueren y se reafirma el dolor en el dolor, el dolor dos veces duele en el total del padecimiento por hambre, la muerte por aborto, el total de violaciones, el ejecutor duele más dos veces porque esconde la cabeza y el rifle allí presente; duele, sí señor poeta, maestro Vallejo: duele, lo sabremos todos por los versos que hoy nos prestas, el total de la palabra obligada, duele dos veces, la palabra rota, dos veces, y dos veces se cifraron esperanzas en la toma del congreso en el Perú al arrojo de traidores, los vende patria dos veces, duelen, y dos veces más los gobernantes del mundo estropeando el bolsillo de los pueblos, y dos veces más el exilio crece, dos veces, y el verdugo de los gobiernos mutila a los cesantes y ancianos impotentes de sus pesos: dos veces con el dolor y no en el cajón, sus gritos son quejidos en la espera de sus pagos, sus gritos se han metido en el cajón de ayer, y los maestros, ¡ay!, los maestros en la dinamita de sus cuerpos mueren, y duelen dos veces cuando exigen desde el fétido escritorio la nulidad del intelecto, duele y son dos veces más que duelen, la indolencia del escarnio es la aritmética perfecta en el porcentual crecimiento del dolor, dos veces el silencio cuando extingue el parámetro escogido de la coima y la ignominia, dos veces, duele, nueve veces duele dos, la violencia y la muerte de mujeres "ni una más", dos veces duele… y me parece insuficiente cuando hierven las aguas descompuestas en apuro del café, dos veces duele y dos veces más dos, ¡duele!

Silvia Ortiz


EL AGUA DEL RÍO


El hombre, que atesora una gabardina negra y larga, de unos setenta años de edad, ha estado semanas en cama en el hospital y semanas en cama en el piso que comparte, sufriendo y tanto deseando morir pues ha quedado discapacitado físicamente y dependiente; meses después, este domingo, va con tres generosos amigos a un pequeño pueblo en el campo, y luego de comer lo llevan en coche por un camino de tierra que atraviesa un bosque y por donde pasa un río. El coche se detiene cerca de una orilla de piedras y arbustos, y él y uno de los amigos se quedan conversando dentro, en los asientos delanteros, mientras los otros dos: su amigo más querido, de más de cincuenta de edad, y la mujer bajan hasta el río, cada uno por su lado. Es el otoño temprano, la temperatura grata y el agua se ve limpia, transparente, fluyendo. El hombre para no romper su calma interior, en el anhelo del río dadas las dificultades de llegar caminando, descender, subir, se concentra en observar detenidamente los árboles y sus amarillos, ocres y naranjas, con un brazo apoyado en el hueco de la ventanilla bajada y con la mano afuera. De pronto siente un frescor delicioso de agua en la mano y cuando mira ve con asombro que su amigo con sus dos manos como cuenco prodigioso y la bondad como impulso le ha traído, de varios metros más allá, agua para dejarla caer en su piel, en su propia mano donde se funde con lágrimas porque es sin dudas el momento más hermoso de la vida del hombre, que ocurre gracias a que con todo sigue vivo tras que se hayan unido muchos esfuerzos, de conocidos y desconocidos, suyos. De eso hablará más allá de tensiones y malos entendidos del día a día, y no de otra cosa, cuando hable de cariño. Eso bendecirá. A ese río y agua: habrán de entregarse sus cenizas. El agua del río, de unas manos a otras manos, es un lago que hace cauce como transparencia de amor.

Del libro Realidades y cuentos de FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES